Celta y Barcelona, dos de los cinco equipos que aún permanecen invictos en Primera, miden hoy (20.00 horas) sus fuerzas en Balaídos, en un partido al que ambos llegan en un gran momento de forma y en el que el cuadro azulgrana recupera a Gerard Piqué tras cumplir los cuatro partidos de sanción.

La convincente victoria frente al Sevilla (1-2), con una primera parte en la que rozó la perfección, ha sido la respuesta del Celta a su empate frente al Las Palmas, el único tropiezo en este inicio de curso del conjunto dirigido por el argentino Toto Berizzo.

La visita del Barcelona supondrá una prueba fuego para los celestes, que la temporada pasada ya vencieron a los de Luis Enrique en el Camp Nou y le hicieron sufrir en Balaídos. Es un desafío mayúsculo para un equipo que, en caso de victoria, dispararía su cotización y superaría, además, a su rival en la clasificación.

El Barcelona es el único equipo de la competición que ha ganado todos sus encuentros, pero sabe que el choque de hoy es, a priori, muy exigente. Así lo ha hecho saber Luis Enrique, extécnico precisamente del Celta.

No se prevén grandes cambios en la alineación inicial de Berizzo. El técnico ha confiado en los mismos desde que empezó el campeonato, con la excepción del cambio de Sergio por el lesionado Rubén Blanco en la portería tras la lesión de este en la primera jornada.

El argentino no acostumbra a realizar rotaciones y tampoco las hará hoy: Hugo Mallo jugará en el lateral derecho, Cabral y Fontás como centrales; Wass y Augusto repetirán en el doble pivote, con Orellana y Nolito en las bandas, el Tucu Hernández como enganche y Aspas como delantero centro.

El partido tendrá el morbo de ver a Nolito enfrentándose al que pudo ser su equipo este verano, y servirá para calibrar el enfado de un sector del celtismo con algunos de sus jugadores, especialmente con el internacional chileno Tucu Hernández, al que le silbaron en el último partido en Vigo.

El Barcelona recupera a Piqué, después de haber cumplido el central cuatro partidos de sanción, y su entrada quizá envíe de nuevo al banquillo a un Marc Bartra que cuajó una soberbia actuación el domingo contra el Levante (4-1).

El Barça regresa a un campo en el que el año pasado se llevó el triunfo merced a un gol del francés Mathieu, pero en el que sufrió lo indecible para someter a un Celta que le jugó de tú a tú, situación que ya ha advertido Luis Enrique que volverá a acontecer hoy, quizá incrementada por la situación favorable en que se encuentra el cuadro vigués. Después de llevar a cabo numerosas rotaciones en la jornada pasada, se espera la alineación del uruguayo Luis Suárez, así como de Andrés Iniesta, ausentes contra el Levante.

El Barcelona necesita jugadores de toque atrás más que nunca para poder sacar con criterio y autoridad el balón ante lo que le espera, debido a que el Celta será un equipo que presionará ya en la salida para poder someter a los azulgrana en su campo, y frenar también a el tridente celtiña de delante, con Nolito, Orellana e Iago Aspas.

Por ello, no extrañaría si Luis Enrique apuesta por su equipo de gala para este choque, y volver a las rotaciones el próxima sábado en el Camp Nou contra Las Palmas.