Javier Gómez Noya quiere ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "La próxima temporada estará enfocada a ese objetivo", reiteró a su llegada a Vigo. Descansará unos días y después afrontará el III Desafío Pastor Islas Cíes que se disputará el próximo fin de semana en O Vao. Procedente de Chicago, en su maleta se encontraba la medalla que lo acredita como campeón del mundo de triatlón por quinta vez. Nadie ha logrado antes algo similar.

Cansado y con ganas de volver a casa. Así apareció el triatleta en el aeropuerto de Peinador. Sus palabras confirmaron la tensión que vivió en Chicago, en la última prueba del campeonato. Reconoció que "hubo un momento delicado". "Se marchó un grupo de cuatro triatletas y tuve que reaccionar. No podía dejar que tomaran mucha ventaja", relató. "Siempre hay tensión, sobre todo cuando está tanto en juego. Pero es algo a lo que ya estoy acostumbrado". Y reiteró:"Ha sido mi mejor carrera de toda la temporada".

El sueño de ser campeón se cumplió hace años. Repetir otras cuatro veces, las tres últimas de forma consecutiva, es algo "increíble". Reconoció: "Todavía no soy consciente de ello. Quizás con la perspectiva del tiempo lo pueda valorar de otra forma. Cuando compites no te acuerdas de estas cosas. Pasan a un segundo plano. Pero viendo la repercusión que ha tenido, seguro que es importante. Esto solo pasa una vez en la vida. Es mucho más de lo que hubiera imaginado".

Atrás queda el registro histórico de Simon Lessing, al que ya supera. Curiosamente Javier Gómez Noya disputó su primera competición internacional con el inglés como rival. "Le veía como un dios. Ganar un Mundial era algo que me parecía lejano, aunque lo quería conseguir" . Y lo logró destronando a uno de sus ídolos. "Siempre guardaré un gran recuerdo de aquel primer título", añadió.

Pero le quedan otros por lograr. Dijo que "lo fundamental es tener ganas de ganar". "El día que las pierda y tampoco disfrute en los entrenamientos lo dejaré. Pero voy a seguir en la lucha", confesó. Aumentar su palmarés es el objetivo, pero también conseguir la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Javier Gómez Noya reconoció que "la próxima temporada irá enfocada hacia ese logro". "Voy a intentarlo otra vez", avisó. Fue segundo en los Juegos Olímpicos de Londres y buscará en Río de Janeiro llegar a lo más alto. Muchos le dan como el gran favorito, aunque él prefiere ser cauto. "Los rivales son fuertes y no darán facilidades", señaló.

En el horizonte también hay otro premio, por el que se le pregunta de forma insistente: el Princesa de Asturias. El triatleta respondió con franqueza: "Depende de un jurado. Y ahí no puedo hacer nada, solo poner mi palmarés encima de la mesa. De todas formas, lo que más me interesa ahora mismo es seguir ganando carreras".

En el aeropuerto también hubo tiempo para el aspecto familiar. Su padre y su novia no se desplazaron a Vigo, pero tuvo recuerdos para ellos: "La mejor felicitación fue la de mi familia, por supuesto. También la de mi novia. Y le estoy agradecido a todos los entrenadores que he tenido, en especial a Omar González, José Rioseco, que me ayudó mucho en un momento clave, y Carlos David Prieto, el actual". Con su familia se reencontró en Pontevedra.

El periodo de descanso de Javier Gómez Noya será breve esta semana. El sábado y el domingo estará presente en el III Desafío Pastor Islas Cíes, un competición especial para él. Volverá a competir en Vigo después de 18 años de ausencia. Al respecto, indicó que "no es fácil que pueda acudir a una prueba gallega debido al calendario internacional". "Por eso me hace especial ilusión. Sobre todo por estar con la gente y disfrutar del deporte en un escenario espectacular", aclaró.

Javier Gómez Noya es el padrino de la prueba viguesa. El triatleta es un icono deportivo cargado de humildad y cercano en el trato. Lo demostró ayer a su llegada al aeropuerto de Vigo. Atendió a todos sin un mal gesto a pesar del evidente cansancio que reflejaba su rostro.