Javier Gómez Noya (Basilea, 25 de marzo de 1983) es uno de los deportistas más populares del momento. Tiene un especial carisma. Se le nota en cada gesto. Acude a la cita con las medallas que le acreditan como campeón del mundo hasta en cinco ocasiones. Es un tesoro el que guarda el ferrolano de incalculable valor. Cuatro son iguales. Son las que representan haber conquistado las Series Mundiales de triatlón, es decir, ser el mejor después de varias pruebas por todo el mundo durante una dura temporada. La otra fue la primera que logró, en 2008. En aquella ocasión el Mundial solo se celebraba un día.

El triatleta, afincado en Pontevedra, cuenta anécdotas de su trayectoria. Desvela la tensión que vivió en la Gran Final de Chicago, la imposibilidad de poder alcanzar al balear Mario Mola, que fue el ganador final, o también la alegría que sintió cuando cruzó la meta. Cualquier detalle es importante en una prueba. Un percance en la bicicleta puede arruinar el esfuerzo de toda la temporada, tal como le sucedió a alguno de sus rivales.

Javier Gómez Noya no duda en firmar autógrafos, posar para las fotos y charlar con los aficionados. Es un ídolo accesible. "Agradezco lo que me dicen. Eso es bueno para el triatlón", añade.

-¿Cómo está?

-Cansado, medio enfermo, pero contento. Las cosas han salido bien.

-Han pasado ya muchas horas después de lograr una gesta histórica. ¿Le ha dado el bajón?

-Un poco sí. Tuve un subidón por el resultado logrado. Fue mucha tensión y presión. Podría decir que me he quitado un peso de encima. La vida me ha cambiado en 24 horas. Ahora hay que pensar en descansar y desconectar para afrontar la próxima temporada.

-Usted ha ganado por quinta vez un título mundial. ¿Es tan difícil como se cuenta?

-Es difícil, si no lo ganaría cualquiera. El grado de exigencia es máximo, como sucede en otros deportes a nivel mundial. Además, en el caso del triatlón con la dificultad de que son una serie de pruebas a lo largo de todo el año. Eso lo complica todo un poco más.

-¿Qué se necesita para ser un campeón de la talla de Javier Gómez Noya?

-Muchas cosas. Talento, un gran entrenamiento, también algo de suerte y que te respeten las lesiones. Hay muchas cosas que influyen. No se trata de trabajar solo algo específico. Lo que ve la gente y los aficionados es la llegada a la meta o cuando subes al podio. Pero detrás de todo eso hay un gran trabajo y también esfuerzo. Lo sabemos bien los que nos dedicamos a esto.

-¿Tanto cuesta?

-Mucho. Más de lo que se puede imaginar cualquiera. Son muchos sacrificios, horas de trabajo en los entrenamientos, concentraciones, viajes y superar los malos momentos, que también los hay.

-Usted recibe elogios de todas partes. Ya le consideran un ídolo a todos los niveles deportivos. ¿Qué tiene de especial?

-Los elogios siempre son bien recibidos. Y los agradezco mucho. Tengo de especial una combinación de cosas. Esfuerzo, dedicación, trabajo, concentración y también la experiencia ya en la competición. Esto último también es importante y creo que juega algo a mi favor.

-Ha ganado cinco títulos mundiales y transmite la impresión de que no se conforma. ¿Habrá más?

-Todos los que pueda mientras tenga fuerzas y voluntad. Cuando gané el primero pensé que ya no habría más. Que había tocado el techo. Después vino el segundo y ahora ya son cinco. Es importante ganar otro más, pero ahora la prioridad van a ser los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

-Usted ha hablado en las últimas horas de ese reto. ¿No se está presionando demasiado cuando queda tanto tiempo para esa cita?

-No es una autopresión lograr el oro en los Juegos Olímpicos, es un objetivo. Me ilusiona y me motiva mucho ese reto. Es apasionante. Nadie me presiona. Ya tengo la medalla de plata de Londres. No me veo en la obligación de conquistar el oro, pero voy a luchar por conseguirlo. Eso está claro.

-Por su trayectoria deportiva, sus logros y su palmarés se puede considerar favorito. ¿Le podemos dar como claro aspirante al triunfo en Río de Janeiro?

-Eso de favorito ya se verá. No es mi intención ir de paseo. En Río de Janeiro voy con el objetivo de ganar el oro. Sin duda.

-Se puede interpretar entonces que la próxima temporada va a estar condicionada su preparación debido a esta cita. ¿Ya la tiene diseñada?

-Está en la mente, pero todavía queda ajustarla. Seguramente será una preparación progresiva, de menos a más. Lo importante será llegar bien a la cita olímpica, que es en agosto.

-Puede existir un conflicto entre las opciones de volver a luchar por el título mundial y el olímpico. ¿Son compatibles?

-El objetivo son los Juegos Olímpicos. Si tengo que sacrificar alguna prueba del Mundial, se hará. Lo tengo bastante claro.

-Usted se encuentra en el centro de todas la miradas en el aspecto deportivo en la actualidad. ¿Le llega a cansar esa situación?

-Lo asumo con naturalidad. Me agrada que los medios de comunicación le hagan caso al triatlón. Eso es bueno. Reconozco que a lo largo de la temporada es más complicado atenderlos. Mi prioridad siempre han sido los entrenamientos y el trabajo. Pero todo lo que sea hablar del triatlón es bueno.

-¿Le ha impresionado la repercusión que ha tenido?

-No. Ya tenía experiencia de otros años, pero la verdad es que en esta ocasión ha sido superior. Eso significa que el triatlón está creciendo.

-El próximo fin de semana estará en el Desafío Pastor Islas Cíes. ¿Supone algo especial competir en Vigo?

-La temporada es larga y además con muchas pruebas que me impiden competir en Galicia. Esa es la realidad. Hice muy pocas aquí. Es un estímulo poder estar allí, con tu gente y muchos amigos. Además, tiene el aliciente de que el escenario es impresionante. Es una prueba que va a crecer mucho, seguro.

-Usted ganó el Campeonato de España en la playa de Samil hace cuatro años. ¿Le fue complicado?

-Mucho. Venía de disputar una prueba. Me bajé del avión y no tuve tiempo para casi nada. Hasta me apuraron en el calentamiento. La verdad es que tal como estaba de cansado no contaba con ganar, pero se dio todo a favor y me llevé el título. Guardo un gran recuerdo, sobre todo por la cantidad de gente que había viendo la prueba.

-Después del Desafío Pastor todavía va a disputar dos pruebas más. ¿No se cansa?

-Bueno, me quedan varias citas. La final del Gran Prix de Francia es una prueba muy interesante. Es por equipos y tengo que estar allí. Ahora vamos empatados a puntos en el primer puesto. En Niza se sabrá el ganador de la competición. En el Satroil, que es el equipo con el que compito, tiene muchas opciones. Después estaré en las Bahamas. Allí hay una prueba que también es espectáculo. Después, vacaciones.

-¿Se quedará allí?

-Todavía no lo sé. Pero es probable. Quiero desconectar al menos durante un mes. En diciembre volveré a los entrenamientos para la próxima temporada.