El partido de la vida del meta camerunés Carlos Kameni premió a un Málaga heroico, cuya única asignatura pendiente sigue siendo el gol, y frenó al Madrid, que cede el liderato tras un ejercicio de impotencia, reflejada en Cristiano Ronaldo y su continua búsqueda del gol con catorce remates sin acierto.

Nació y murió el choque con intercambio de ocasiones, más madridistas pero siempre amenazando el conjunto malagueño en sus acercamientos. No era el Santiago Bernabéu, donde aún nadie ha marcado esta temporada, ni el Madrid, equipo menos goleado con un solo tanto en contra, el día para exigir gol al Málaga. Mantiene la pólvora mojada pese a que buscó su premio. Recio y el joven debutante Fornals, que jugó a sus 18 años como un veterano en la medular, se molestaron para rematar un córner con despiste madridista.

El Málaga tenía una referencia. Sin Charles ni Cop arriba, Amrabat se peleó con todos. Aguantó siempre la pelota, la protegió, encaró y en ocasiones conectó con algún compañero para generar peligro. A los 32 minutos Juancar chutó arriba con todo a su favor. Isco rozó el gol pero no encontró puerta tras lanzarse a un centro de Marcelo y cambiar la dirección que esperaba el portero camerunés. Fallar estaba prohibido para el Madrid que saltó a por el partido ante un rival que se defendió como pudo y aguantó gracias a Kameni. Sus paradas convirtieron la tarde en agónica.

El recital lo inició tras el descanso, sacando a contra pie una mano salvadora al disparo raso potente de Cristiano. El partido se convirtió en un duelo entre porteros. No faltó la parada salvadora de Keylor Navas, que voló hasta su escuadra para responder la falta perfecta de Recio. Defendieron como guerreros los jugadores del Málaga, sostenidos por Recio y sin renunciar nunca al ataque. El Madrid ya no cesó de buscar el gol. Se convirtió en un auténtico asedio con un mismo final, los lamentos a las continuas ocasiones. Ningún jugador se explicaba la razón de no superar a Kameni y lo buscaron hasta el último segundo. Modric se topó con el portero camerunés, Cristiano cabeceó fuera y Benzema dejó acciones repletas de calidad con disparos que no fueron tan ajustados como para encontrar la red.

Cuando se esperaba el premio Amrabat mostraba que el mal podía ser mayor para los madridistas. Le quedó muerto un rechace, recortó y disparó fuera la ocasión más clara. A su buen partido le puso un borrón con una expulsión absurda, sacando un codazo en carrera con mala intención a la cara de Marcelo. Pero ni con diez jugadores se descompuso el Málaga. Kameni pasó de hacer otro paradón a Benzema a un fallo garrafal. Se le escapó el balón al disparo más sencillo, de Isco, y Weligton evitó el gol sobre la línea. Con uno menos Juanpi y Horta buscaron el gol, pero el 0-0 no se movió pese a la insistencia de Cristiano y compañía.