El Sevilla sigue sin encontrar el rumbo de su juego y sufrió para doblegar por 3-2 al Rayo, un equipo que mostró buenas virtudes, que logró igualar un 2-0 con el que acabó la primera mitad y que vio cómo le metieron el tercero en los últimos minutos, en los que jugó con uno menos por la expulsión de Antonio Amaya.

Con 2-1 en el marcador el conjunto local perdonó y el visitante no cuando Javi Guerra recuperó un balón y de fuerte disparo puso el 2-2 en una jugada en la que el balón entró al lado del poste que tapaba el guardameta Sergio Rico. Con aproximadamente veinte minutos por delante empezó un nuevo partido en el que pareció mas entero la formación madrileña para lograr la victoria, pero fue el ucraniano Konoplyanka el que de falta directa le dio el triunfo a los locales en los últimos minutos y ya los visitantes con uno menos al ver el rayista Amaya momentos antes la segunda cartulina amarilla.