El Villarreal superó por 1-0 al Atlético de Madrid, certificó su gran momento y mantuvo su posición de privilegio en lo alto de la tabla, por delante de los grandes del fútbol español. Un gol de Baptistao a los catorce minutos fue suficiente para que los de Marcelino García lograran la victoria ante un Atlético que buscó siempre un juego directo que no inquietó a los locales. El Villarreal es el nuevo líder, con 16 puntos e igualó su mejor inicio de campeonato.

La primera parte fue como habían avisado ambos entrenadores: un partido peleado, trabado y poco vistoso. El que más puso de su parte desde el principio para que no fuera así, fue el equipo local. Los de Diego Simeone salieron con una idea clara: ser fuertes atrás y buscar lo más rápido posible el área rival. Así, casi todas las acciones atléticas buscaban el balón colgado al área desde muy lejos, a la búsqueda siempre de la segunda jugada, mientras que el Villarreal fue fiel a su juego, buscando el control de la pelota. En una combinación entre Soldado y Baptistao, éste se quedó ante Oblak y no perdonó a sus excompañeros. Un gol al cuarto de hora que permitió a los de Marcelino controlar y no tener que arriesgar demasiado.

La segunda parte comenzó con una declaración clara de intenciones por parte del Atlético, con Torres y Vietto en el campo. Por su parte, el equipo de Marcelino decidió dar un paso atrás y esperar sus opciones a la contra, a la espera de errores y espacios. La apuesta de Simeone no funcionaba y, tras veinte minutos sin generar peligro, el técnico argentino decidió dar entrada a Correa y poner toda su pólvora en el campo. Pero a los visitantes les faltó fútbol y no lograron generar demasiado peligro ante la portería rival.