El Juventus no tuvo ningún problema para sumar su segunda victoria en la presente edición de la Liga de Campeones y dominar así el grupo D, al imponerse al Sevilla, un equipo que se mostró muy inofensivo y sin dar la impresión de que pudiera poner en problemas al rival.

El cuadro local dominó de principio a fin, metió un tanto en los últimos minutos de cada periodo y, sin esforzarse demasiado, se llevó el partido ante los sevillistas, que tiraron una sola vez a puerta en todo el encuentro, en el que el veterano Buffón fue un mero invitado.

La cita se planteaba con los dos equipos en horas bajas en sus ligas -cinco puntos en seis partidos- pero con sendas victorias en sus estrenos en la fase de grupos, el conjunto piamontés en el campo del Manchester City (1-2) y el andaluz en el Sánchez Pizjuán (3-0) al Borussia Mönchengladbach.

El equipo español se dedicó más a verlas venir, a no descomponer la defensa y a confiar en que pasaran los minutos con los menos problemas posibles, pero en la faceta de creación estuvo desafortunado. Lo positivo para el Sevilla fue que llegó al tramo final del choque con el 1-0, pero Zaza desechó toda esperanza a tres minutos para el final.