El Barcelona perdió y encajó así su segunda derrota en Liga en su visita a un redimido Sevilla, que toma oxígeno tras un mal inicio de temporada al imponerse con dos goles casi seguidos, al inicio de la segunda parte, a un equipo azulgrana que pierde gas sin el lesionado Leo Messi, su máxima figura. El Sevilla, que no ganaba en casa al Barça desde 2007, cimentó su trabajado triunfo en la intensidad con la que salió tras el descanso, al ponerse con un 2-0 con goles de Krohn-Dehli e Iborra, ante un Barcelona que mandó dos tiros al poste y se volcó en ataque hasta que Neymar, su mejor hombre, recortó distancias de penalti, pero luego no sacó frutos de su asedio posterior.

Ambos afrontaban la cita con muchas bajas. Cinco en el Barcelona (Adriano, Rafinha, Vermaelen y, sobre todo, dos de sus puntales: Iniesta y Leo Messi); y siete en el Sevilla (Beto, Rami, Carriço y Pareja, Escudero, Banega y Kakuta).

Luis Enrique, técnico azulgrana, volvió a confiar en Bravo, recuperado de su lesión, en vez del discutido Ter Stegen, dejó en el banquillo a Alves apostando por Sergi Roberto de lateral derecho y adelantó al medio campo a Mascherano, acompañando Munir arriba a Luis Suárez y Neymar.

El Barça quiso con rápidas contras coger a contrapié a los sevillistas, que, sin embargo, frenaron bien esos intentos, aunque fueron muy inofensivos cuando salieron al ataque. En la reanudación, después de no llegar Luis Suárez a un balón en el área y tras un cabezazo flojo de Piqué, todo cambió en una jugada clave. Una veloz y magnífica incursión por la derecha de Gameiro, dejando atrás a Mathieu, acabó en un centro que Krohn-Dehli convirtió en el 1-0 en el minuto 52.

El Sevilla, mucho más intenso, siguió robando balones y montó rápidas contras que volvieron a darle frutos seis minutos después de su gol y ante la pasividad de los azulgrana, cuando Iborra enganchó un centro de Krohn-Dehli e hizo el segundo ante un Barcelona perdido que apretó en al recta final después de que Neymar recortara distancias de penalti.