Tras una dura temporada en blanco, el Barcelona volvió ayer a la senda de los títulos con su sexta Supercopa Endesa, lograda a costa de un impotente Unicaja que se quedó con la miel en los labios ante su afición y bajó demasiado sus prestaciones respecto a la semifinal jugada frente al Madrid.

Con más facilidad de la prevista tras lo visto el viernes, el equipo de Xavi Pascual basó su balsámico triunfo en la seriedad defensiva y en el dominio en el rebote ante un rival al que nada le salía y que fue a remolque en el marcador desde las postrimerías del primer cuarto.

Los 15 puntos de Pau Ribas y los 13 de Stratos Perperoglou, junto a la aportación ofensiva de Brad Oleson y Aleksandar Vezenkov, suplieron la baja de Navarro y supusieron una losa para el equipo local, muy fallón toda la tarde ante un rival más rodado en el primer torneo oficial de la temporada. Kuzminskas, con doce puntos, fue el más destacado de los malagueños.