Fue en noviembre del año pasado cuando Víctor Castro regresó a casa con el oro europeo sub 23 colgado del cuello. Hoy vuelve a desafiarse a sí mismo. Se empolvará de nuevo las manos para levantar los kilos necesarios que le permitan subir al podio. Aunque en este Campeonato de Europa de halterofilia, que se está celebrando en Klaipeda (Lituania), habrá más obstáculos en su camino hacia el éxito. "Al ser preolímpico, hay rivales duros", comenta el coruñés.

Lleva ya tres días entrenándose en tierras lituanas, conociendo también a los levantadores que hoy (16.30 horas) serán sus enemigos. "Los Juegos están cerca y la gente se deja ver. Hay gente dura este año así que creo que estoy algo lejos de las medallas", analiza siendo realista, aunque rápidamente añade: "Nunca se sabe". Está preparado para todo. "Si hay opción, iremos a por las medallas. A lo mejor mis rivales tienen un despiste o no están en la forma que creemos y pueden tener un susto", continúa el herculino, que compite en la categoría de -69 kg.

El haltera del C.H. Coruña ya sabe lo que es triunfar a nivel europeo. En la cita de Chipre del año pasado, levantó 135 kg en arrancada y 163 kg en dos tiempos, lo que le hizo proclamarse campeón con un total olímpico de 298 kg.

Víctor llega a Klaipeda después de superar una lesión de hombro y con números un poco por debajo de su nivel. En el preeuropeo levantó 130 kg en arrancada y 160 kg en dos tiempos. De todos modos, sigue repitiendo que su "objetivo es el Mundial". Lo mismo piensa su compañera Irene Martínez. La herculina, que se había clasificado para el torneo continental, no ha viajado por precaución, ya que sufre molestias en la espalda.