La selección española inicia su último trámite para sellar su clasificación a la Eurocopa de Francia y se concentró ayer por la mañana, con la ausencia de última hora de Sergio Ramos por lesión, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para preparar los partidos ante Luxemburgo y Ucrania.

Ambas selecciones esperan en los próximos siete días a los hombres de Vicente del Bosque. Con seis puntos en juego en su grupo, el C, y a cinco de distancia de los ucranianos, que ocupan la tercera plaza, un buen marcador ante Luxemburgo el viernes en Logroño servirá a España para lograr su pase a la Eurocopa.

Del Bosque citó a todos sus jugadores a la 13.00 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y todos fueron llegando poco a poco hasta completar una nómina de nombres que, de nuevo, se vio mermada con la noticia de la ausencia de Sergio Ramos.

El defensa del Madrid jugó infiltrado el duelo que disputó la pasada jornada de Liga ante el Atlético de Madrid y, antes de concentrarse con España, ya avisó de que su presencia para los partidos ante Ucrania y Luxemburgo iba a ser complicada. "Vengo para que me revisen y vean. Acabé muy fastidiado y muy dolorido. Jugué infiltrado y prácticamente vengo para ver a ver si puedo seguir o no. La verdad es que estoy bastante fastidiado", declaró el sevillano.

No quiso darse importancia por haber forzado para jugar uno de los partidos del curso. "Está claro que es lo que tiene. Soy como soy. Una lesión de tres o cuatro semanas y cuando llevas dos semanas y poco y juegas hay gente que lo valora y otros que no. No me quiero poner medallas. Las lesiones tienen un tiempo que hay que respetar. Hay veces que nos la saltamos para partidos que tienen mayor repercusión. Para eso están los médicos y el entrenador", explicó.

Ramos fue examinado y los servicios médicos de la selección española decidieron que no estaba bien para afrontar los próximos compromisos de España. Entonces, Vicente del Bosque llamó a su compañero del Madrid Nacho Fernández.

Esa fue una de las noticias de la jornada de ayer, pero los principales focos se los llevaron el portero del Manchester United, David De Gea, y el del Oporto, Iker Casillas, que coincidieron en la entrada de la concentración. Ambos entraron juntos, justo cuando Sergio Ramos hablaba con la prensa por lo que la imagen pasó casi totalmente desapercibida.

Los nuevos fueron los más puntuales. Xabier Etxeita, Mario Gaspar y Mikel San José fueron los más madrugadores. Los tres sustituyeron ayer a los lesionados Bruno Soriano, Iñigo Martínez y Dani Carvajal y entraron los primeros en las instalaciones donde esta tarde completarán su primer entrenamiento Vicente del Bosque.

El más sonriente fue el rojiblanco Juanfran Torres, que la pasada noche fue padre por segunda vez. El lateral del Atlético de Madrid llegó a la concentración entre felicitaciones y se puso a las órdenes de Vicente del Bosque sin problemas.

Uno a uno, los 23 jugadores de la selección española se fueron poniendo a las órdenes de su entrenador y el último en llegar fue el centrocampista del Chelsea Cesc Fábregas, que cerró el paseo de futbolistas que entraron en la residencia de la roja. El viernes, todos intentarán ganar a Luxemburgo en el estadio de Las Gaunas del Logroñés. Allí, con una victoria, podrían sellar el pase para la Eurocopa.