Una jornada para recordar. Y, a la vez, el punto de partida para muchas más. Así resume Marta Brañas la velada histórica de boxeo femenino que tuvo lugar el viernes en el Frontón de Riazor. "Ganamos todas las mujeres", dice. Objetivo, por tanto, cumplido porque "la gente salió encantada", se dio visibilidad al deporte femenino y demostraron que el ring también está hecho para las chicas. "Que se dejen de boxeo femenino o masculino, que no vean a un hombre o una mujer, que vean a un deportista", sentencia. Pero además, deportivamente fue un espaldarazo para la Potrilla de Arteixo, que ganó por KO técnico en el quinto asalto y empezó a ensayar para otra cita histórica que le espera dentro de poco menos de dos meses -el 4 de diciembre- en el mismo escenario: el primer Campeonato de España profesional de categoría femenina. De hito en hito.

"Me encontré muy bien, muy fuerte, muy segura. Y no me puse nada nerviosa. Mucho mejor que en el combate de Arteixo tanto a nivel físico como mental", analiza sobre su rendimiento. Para Brañas la victoria de la madrugada del viernes al sábado en el Frontón fue la quinta desde que se convirtió en profesional. Prolongó su racha y todavía no conoce la derrota. La pupila de Chano Planas sigue convencida en convertirse en una de las más grandes de todos los tiempos y lograr el cinturón que le acredite como campeona del mundo.

Pero antes tiene que centrarse en el próximo objetivo, que es el Campeonato de España. Será el 4 de diciembre y de nuevo ante su público. Esto le requerirá subir una marcha en los entrenamientos: "Ahora descanso hasta el martes y después me pondré a hacer con Chano (Planas) la planificación del combate. Va a tener que ser un entrenamiento más serio, más fuerte, porque es a ocho asaltos y nos jugamos un título importante. Otra cita histórica. Hay que ir bien preparados y seguros", afirmó la boxeadora de Arteixo.

Serán casi dos meses en los que se preparará en cuerpo y alma para salir vencedora y ser la primera campeona de España profesional. Dos horas por la mañana de entrenamiento físico; otras dos por la tarde de técnica. Y de lunes a sábado. "De aquí a diciembre mi vida será entrenar, descanso y cuidar mucho la alimentación. Me voy a tener que exprimir bastante", reconoce la púgil coruñesa. La báscula tiene que marcar 50 kilos y 800 gramos. El pasado viernes pesó 51.500 antes de enfrentarse a la marroquí Kallachi.