Como la aldea gala resistió el avance de los romanos, un grupo de coruñeses lucha por hacerse un hueco en la elite del hockey sobre patines en plena Francia. No son Asterix y Obelix, pero Martín Barrós (Saint Omer), Pablo Añón y Alberto Bodelón (Lyon), Sergio Huelves (ROC Vaulx en Velin) y Samu Cebeira (Biarritz) encontraron su pócima mágica de la felicidad en el país vecino. Allí esperan evolucionar su juego, recuperar la confianza perdida, ayudar a sus equipos y vivir una experiencia nueva. No lo tuvieron fácil en otros grandes imperios y les faltó suerte. Pero todos los caminos llevan a Roma, aunque para algunos pasen por irse fuera de casa. Una salida que cada vez escogen más jugadores.

Francia es el tercer país por el que pasa Neto. "Pero el primero no cuenta". Lo dice porque tras brillar en la portería del Cerceda fue llamado por el Giovinazzo italiano. A la semana ya estaba de vuelta. Pese a la mala experiencia, apostó por irse a Portugal cuando le llamaron del Candelaria. "Me vino muy bien jugar en la liga lusa porque es de las mejores. Este año incluso mejor que la española. Del año pasado solo guardo buenos recuerdos y dejé muchos amigos allí", recuerda. Pese a que echa de menos a familia, amigos y su novia, no se arrepiente. "En Galicia el mercado es muy reducido. O estás en uno de los mejores equipos del mundo como el Liceo o en el Cerceda, que también tiene un nivel muy alto. Por eso nos buscamos la vida en un sitio competitivo que te permita seguir mejorando", explica sobre su elección del Saint Omer. El objetivo es el campeonato liguero -ganaron en la primera jornada al Noisy pero perdieron el sábado frente al Merignac- y para jugar tiene que competir por el puesto con el internacional francés Thomas Bouanec. Pero también hay incentivos extradeportivos. Un aprendizaje para la vida misma: "Conoces otro tipo de culturas y aprendes a adaptarte rápido a las situaciones".

Hay vida más allá de nuestras fronteras. Ahora se dan cuenta de ello Pablo Añón y Alberto Bodelón. Ambos prácticamente habían perdido la fe en el hockey sobre patines. Añón incluso aparcó el stick durante un tiempo después de dejar el Liceo. Recuperó el gusanillo a finales del curso pasado con el Escola Lubiáns de Carballo y este se ha atrevido a dar el gran salto. En Lyon no puede estar más feliz. Tiene un trabajo por las mañanas y por las tardes entrena. También lleva a uno de los equipos de categorías inferiores del club. "Quiero recuperar el nivel de la OK Liga", dice. "Sin duda le diría a todo el mundo que si le ofrecieran una opción así no lo dudaran. Es una experiencia impresionante: una nueva ciudad, aprender un idioma diferente y, sobre todo, desenvolverse uno mismo", sentencia.

Su amigo Bodelón es su compañero de experiencia, aunque no viajará a Francia hasta el jueves. Ya estuvo allá pero tuvo que volverse dos veces, primero por un problema personal y después para tratarse de una lesión. Está deseando volver. "Esta experiencia me motiva. Quiero volver a disfrutar del hockey. No es un paso atrás porque esto es positivo a nivel deportivo y personal", comenta el ex del Liceo, que tras salir del conjunto verdiblanco abandonó por completo los patines y solo se entrenaba por su cuenta de vez en cuando junto a su tío Facundo Salinas. Tiene que volver a ponerse a punto para ayudar a su equipo, muy joven y con una media de edad de 23 años, a lograr la permanencia. Aunque de momento encadena dos derrotas ante Nantes y Noisy.

En Lyon también está Sergio Huelves, pero para jugar en el ROC Vaulx en Velin, que milita en la categoría de plata. Su escaso protagonismo en el Cerceda y el descenso con el Dominicos le dejaron tocado y vio la llamada desde Francia como una forma para volver a salir a flote. "Quiero recuperar la confianza en mi mismo", reconoce. Le ayudará que su nuevo entrenador le ha dado por completo las riendas del equipo. "Me ha dicho que tengo que coger galones y llevarnos hacia arriba. En dos semanas ya me sabía todas las jugadas y puedo ayudar a mis compañeros sobre la pista. Estoy muy contento por esta libertad". Su equipo luchará por el ascenso -aunque perdió por 4-6 en la primera jornada- y uno de sus principales rivales será el Biarritz de Samu Cebeira. El portero coruñés también fue tentado desde Burdeos. "La de Biarritz era mejor oferta, mejor ciudad y un equipo más competitivo" y además también ayudará en labores formativas de guardametas, una faceta que ya había desarrollado en Cambre. "A nivel personal quiero jugar más y hablar francés con fluidez. Y en el futuro... a ver qué pasa". Los cinco tienen todas las máximas expectativas puestas en este año. Y en Francia habrá muchos ojos puestos en ellos y su futuro.