En 1991 el CRAT realizó una gira por Gales coincidiendo con la celebración de la Copa del Mundo de rugby, en la que este país británico fue uno de los anfitriones. Los coruñeses fueron acogidos de manera excelente por el Club de Rugby Laugharne, ubicado en la localidad de mismo nombre y de poco más de mil habitantes en la que el deporte del balón ovalado eclipsa todo. Tan buena fue la relación que dos años después los galeses devolvieron la visita para ganar el Torneo Internacional de A Coruña. Varios de sus miembros quedaron prendados de la ciudad y desde entonces ya han venido varias veces, pero de vacaciones, y alguno ya va por la quinta escapada a la urbe herculina.

"Hemos construido una buena amistad con la gente del CRAT y hemos seguido con la unión", explica Alun Jenkins, definido por el resto como el "jefe" del grupo de siete integrantes en el que también están su hermano Glyndwr, Jeff Stephenson, Phillip Evans, Graham Jones, Peter Jenkins y Lionel Thomas. Llegaron el pasado viernes a A Coruña para disfrutar de una pequeña escapada. "Vivimos en la costa, pero A Coruña es soberbia, nos encanta, es compacta", dice antes de añadir que es "fantástica", en una de las pocas palabras en español que acierta a decir. "La gente es muy servicial y genial", destaca Alun.

El grupo no para de gastar bromas entre sí y reconocen que vienen a disfrutar de un lugar que les encanta y al que les gustaría acercarse más a menudo. "Últimamente siempre nos quedamos en el mismo hotel, creo que nos conocen, sobre todo en el bar (ríe)", asegura Alun.

Todos llevan ya bastantes tiempo retirados, pero todavía mantienen el amor por una disciplina que practicaron durante más de dos décadas en algún caso. "Tengo 63 años y desearía estar jugando todavía, me encanta este deporte. No me preocupo por los choques, algunas son brutales y puedes herirte, pero me encanta", admite.

Vinieron a A Coruña con la intención de ir a un partido del CRAT, pero se toparon con un obstáculo muy complicado de superar. "El problema que tuvimos es que queríamos ver jugar al CRAT, pero jugaba al mismo tiempo que Gales", en referencia al duelo de cuartos de final de la Copa del Mundo entre el país británico y Sudáfrica, con victoria para los springbooks (19-23), y la consiguiente tristeza para estos seguidores, satisfechos con el papel de su selección. "Tuvimos oportunidad de vencer a Australia y Sudáfrica, fueron dos partidos muy duros y desafortunadamente con muchas lesiones", argumenta antes de destacar con una sonrisa que lo importante es que "ganaron a Inglaterra".

Uno de los integrantes de esta expedición guarda una relación directa con la actual selección galesa. Phillip Evans es tío de Mike Phillips, que con los cinco encuentros disputados en esta Copa del Mundo alcanzó las 99 internacionalidades, a una de ser el sexto jugador de Gales que alcanza los 100 partidos con la escuadra nacional. "Estoy muy orgullo de él", explica Evans mientras enseña fotografías en su teléfono móvil junto a su sobrino.

Hoy ponen punto y final a cinco días basados en mañanas de turismo y tardes frente al televisor y con litros de cerveza para ver el Mundial, pero con un objetivo claro: "Esperamos volver pronto, quizá en Navidad", concluye Alun.