El estadio municipal de Balaídos será hoy el escenario de un duelo de altura, entre el Celta de Vigo y el Madrid, los únicos dos equipos que permanecen invictos en Primera, con el liderato en juego. El duelo será una nueva prueba para la solidez del equipo de Rafa Benítez, invicto esta campaña tanto en el campeonato español como en la Liga de Campeones, ante un contrincante que este curso ya se ha exhibido ante otro coloso, el Barcelona, al que derrotó 4-1.

Será un partido de estilos. El Celta quiere el balón, lo necesita para no sufrir; el Madrid se siente cómodo defendiendo y contragolpeando. El poderío ofensivo de los celestes -17 goles- se examinará ante la solidez del equipo blanco, que sólo ha encajado dos goles en lo que va de Liga.

El Celta encara el partido con un posicionamiento prácticamente definido, el mismo con el que ganó y convenció la semana pasada al Villarreal (1-2) en El Madrigal, o hace unas semanas al Sevilla en el Sánchez Pizjuán. El Madrid llega condicionado por el poco tiempo de recuperación de un duelo intenso como el que disputó el miércoles en el Parque de los Príncipes ante el PSG y sin entender las razones por las que abre la jornada del sábado a las 16.00 horas.

En el equipo merengue andan renqueantes Sergio Ramos, con su hombro izquierdo que no termina de recuperar, y Mateo Kovacic, por una sobrecarga muscular. La única alegría para Benítez es la vuelta al equipo titular de Luka Modric, que llevará el mando con las espaldas cubiertas por Casemiro.

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