En el duelo de las dos defensas más goleadas del campeonato, el Rayo se impuso con contundencia al Espanyol (3-0), en un partido en el que se adelantó con un tanto de Trashorras de penalti y sentenció en la segunda mitad con un doblete de Javi Guerra, cuando el conjunto catalán ya jugaba con uno menos por la expulsión de Víctor Sánchez.

El Espanyol, temido por su contragolpe, como dijo Jémez en la previa, intentó basar su fútbol en la intensidad defensiva, el orden táctico y la rapidez de Marco Asensio y el ecuatoriano Felipe Caicedo, sus dos hombres más adelantados.

Esa táctica no le valió al Espanyol para puntuar en Vallecas, pese a que a los diez minutos el conjunto catalán avisó con un remate de cabeza de Víctor Álvarez que Toño despejó para mandarlo al travesaño. La respuesta del Rayo no se hizo esperar, Enzo Roco derribó a Javi Guerra dentro del área y el colegiado pitó penalti. Trashorras, desde los once metros, no falló y adelantó al conjunto madrileño.

El partido se le terminó de complicar al Espanyol mediada la segunda mitad, cuando parecía que estaba despertando y se quedó con uno menos. Guerra aprovechó esta circunstancia (2-0) y terminó de redondear su actuación con una acción individual (3-0).