El 11 de agosto de 2012, cuando Sofía Toro se proclamó campeona olímpica de match race en Londres, Laura Sarasola (A Coruña, 1995) veía la final por la televisión desde el Club Marítimo Oza O Puntal. Ni se imaginaba que tres años después sería ella la escudera de la regatista del Náutico y que juntas intentarían derribar a las gigantes de la clase 470. A bordo del A Coruña 2015 y después de un ilusionante Mundial en el que rozaron el top ten (fueron decimocuartas), siguen empeñadas en clasificarse para Río 2016. Y si no lo consiguen, ya tienen en mente Tokio 2020. Hay equipo para rato.

-¿Dónde estaba cuando Sofía Toro fue campeona olímpica en Londres 2012?

-Yo entrenaba en clase radial, que es clase olímpica femenina individual. Estaba empezando a ir a Campeonatos de España. Tenía solo 17 años y aún era muy joven. Vimos la final en el club. Todos estábamos ilusionadísimos.

-¿Se conocían?

-No la conocía, nunca había hablado con ella. La había visto en la calle, en el club... pero en persona nunca habíamos hablado.

-¿Cómo surgió la oportunidad de empezar a navegar junto a ella?

-Ella tuvo otra tripulante, pero se le lesionó. La Federación Gallega me llamó, me dijo que Sofía Toro se había pasado a 470, que andaba buscando una tripulante y que habían pensado en mí, que si quería probar. Me llamó, le dije que sí y desde aquellas. Y yo encantada. Era una oportunidad única y que no podía rechazar.

-¿Supuso un gran cambio?

-Antes iba en un barco individual y llevaba el timón y la vela. Ahora voy colgada del trapecio, que es un cable, es decir, voy fuera, y además llevo la vela de delante, el foque. Para nada llevo el timón y la mayor, de lo que se encarga Sofía. Por lo que fue un cambio total para las dos, porque ella nunca había sido patrona.

-¿Cómo es navegar al lado de una campeona olímpica?

-Estamos viviendo un montón de experiencias y estar con Sofía me ha aportado muchísimo. He aprendido un nuevo rol, porque nunca había sido tripulante.

-¿Qué aporta usted a la pareja del A Coruña 2015

-Como yo también fui patrona, también le aporto algunos conocimientos. Cosas que creo que son importantes y que le pueden ayudar a ella en su labor.

-¿Les costó adaptarse a sus nuvos roles en el barco?

-Al principio nos costó mucho. Trabajamos mucho y ya nos vamos compenetrando. Poco a poco.

-Se notó en este Mundial.

-Este Mundial nos salió bastante bien, aunque la pena fue que pinchamos el último día. El anterior quedamos fatal y en este peleamos en todo momento con las mejores. Antes las veíamos de lejos. Hay gente con mucha experiencia y nosotras somos de las tripulaciones más jóvenes. El habernos visto con ellas nos da un plus para seguir. Ahora sabemos que estamos ahí y que con el trabajo todo se consigue.

-¿Son una pareja de futuro?

-Vamos a seguir peleando por Río, pero ya tenemos también Tokio en la mente. Vamos a seguir hasta 2020.

-¿Qué sacrificios y cambios ha tenido que hacer en su vida para luchar por este sueño?

-Falto mucho a clase pero los profesores me entienden. Porque estoy todo el día navegando y en el gimnasio. No tengo tiempo a nada. En el agua estamos cuatro horas y en el gimnasio, otras dos.

-Para ir colgada del trapecio, tiene que estar muy fuerte.

-Bueno, se sale a pulso, pero después voy apoyada. Pero sí, tira y hay que estar bien preparada físicamente.

-¿Hacen algún ejercicio específico para mejorar la compenetración en el barco?

-Eso se consigue con horas, horas, y más horas en el agua.

-Imagino que no pueden llevarse mal.

-Estamos todos los días juntas en el agua. Si nos lleváramos mal, sería imposible.

-¿Cuál es la agenda para los próximos meses?

-La Christmas Race en Palamós, que es Copa de España. Y después, en febrero, el Campeonato del Mundo en Buenos Aires. Si hay plaza de España, esa competición y el Trofeo Princesa Sofía servirán para decidir quién va.

-¿Se inspiran en el espíritu del Xiquitas Team, con el que nadie contaba ni siquiera para la clasificación olímpica y después fue campeón?

-Claro que sí. Demostraron que uno no se puede rendir, tiene que seguir y seguir hasta que le digan que no. Estamos todas al mismo nivel. Destacan un poco más Fátima (Reyes) y Marina (Gallego). Pero nunca nos vamos a rendir.