Hace cinco años que Dan Río decidió que su pasión por el wushu fuese conocida en A Coruña y que todo aquel que lo desease pudiese practicar ese deporte. Así nació el club AMC. Junto a su compañero de estudios André Fandiño, el lucense empezó a impartir clases de artes marciales y defensa personal a adultos y niños.

A día de hoy, la escuela cuenta ya con siete profesores y organiza seminarios en la universidad. "A los más pequeños les enseñamos también algunas palabras en chino", cuenta Dan, que cree que con este deporte se mejora "la concentración" y además "transmite valores humanos". "Muchas chicas vienen para entrenar la autodefensa", añade. Por esa labor, el AMC recibió la semana pasada el Premio Galicia a la Gestión Deportiva.

Además, el joven emprendedor dirige también la empresa ATP de entrenamiento personal que se encuentra en Oleiros. "Mis socios y yo queríamos trabajar de lo que habíamos estudiado y creemos que la educación física es súper importante", explica.

Reconoce que fue "muy difícil entrar en este mundo" pero con esfuerzo se han hecho un hueco. "Nuestra labor es promocionar la salud, el bienestar y el fitness a través del ejercicio físico dirigido por profesionales del entrenamiento", define sobre su empresa.