Este verano el rugby gallego vivió una situación límite debido al elevado coste de los seguros médicos, asunto que tuvo en vilo al CRAT durante semanas y que llevó a que el equipo de División de Honor B aplazase sus dos primeros partidos. Finalmente, la historia tuvo un final más o menos feliz, ya que se cerró un acuerdo, pero desde la entidad no saben si a la larga va a ser más perjudicial que beneficioso. Esta problemática no afectó a los veteranos, que ante la delicada tesitura que se presentó, se pusieron manos a la obra e iniciaron una recaudación de fondos entre sus miembros para ayudar al club. Ahora se conoce el resultado de esta iniciativa, que alcanzó los 1.500 euros, y que fueron entregados a la directiva para que los distribuya entre los equipos sub 18 y sénior, tanto masculino como femenino, que fueron los más afectados por la subida de la ficha de 143 a 323 euros por la aseguración médica.

"A través de las redes sociales y el WhatsApp acercamos el club a gente que vive fuera y a antiguos jugadores para mantenerlos informados del día a día. Lo propuse entre los veteranos y fue secundado por la mayoría. A raíz de eso, la gente se movilizó y empezamos a aportar una pequeña ayuda. No queremos que sea el dinero el que impida que la gente juegue", explica Humberto Ramírez, directivo y miembro de la formación de veteranos del CRAT.

Reparto lineal

El club mantuvo este verano duras negociaciones con varias corredurías para renovar los seguros médicos, encarecidos por la alta siniestralidad, pero las ofertas recibidas eran desorbitadas y en algunos casos pasaban de 143 euros a más de 500, cifra inalcanzable. Finalmente, a finales de septiembre, se llegó a un acuerdo por algo más del doble de la cuantía anterior porque el tiempo se echaba encima y los equipos debían comenzar a competir. El aumento en las cuotas trajo el problema de que algunos jugadores no podían hacer frente a la nueva cifra, por lo que el CRAT tomó una decisión. "El club mantuvo el precio y puso la diferencia. Ahora estamos buscando nuevos recursos para aumentar los ingresos", admite Luis Vallines, secretario de la entidad, quien añade que el dinero recaudado se repartirá de "manera lineal" entre las fichas.

Fue una respuesta que no cogió desprevenido a Humberto Ramírez, ya que esperaba que sus compañeros se involucrasen con una buena causa. "No me sorprendió porque entre la gente del rugby los hay que tienen buenas posiciones laborales y otros menos, pero todos han sumado, todos han ido a una. Era una buena oportunidad para apoyar al club", reconoce.