El Liceo perdió esta temporada una de sus conexiones fraternales ya que la marcha de Eduard al Barcelona dejó a Josep como único representante de los Lamas en la plantilla verdiblanca. A cambio, la que se mantiene se hace cada día más fuerte. Los hermanos Bargalló forman la pareja perfecta. Jordi, el mayor, asiste. Y Pau, el pequeño, marca. El capitán es el líder de la OK Liga en los pases de gol, con ocho, y su heredero se está destapando como artillero y ocupa la tercera plaza en la clasificación de los pichichis con nueve goles. Una conexión ganadora que Carlos Gil explota, aunque su gran rendimiento no sirvió para levantar el primer título de la temporada en la Supercopa de España del pasado fin de semana.

A los Bargalló les separan quince años, pero no se notan sobre la pista. Entre los dos suman quince (nueve de Pau y seis de Jordi) de los 35 goles que ha marcado el Liceo en los seis primeros partidos de la OK Liga. Un porcentaje que subió en la Supercopa, con ocho de los diez tantos verdiblancos (seis del mayor y dos del pequeño), con el añadido de que ambos acertaron sus penaltis en la tanda definitiva de las semifinales. Pero no solo destacan en el apartado goleador. Lo hacen por su conexión sobre la cancha. Cuando uno suelta la bola, ya sabe en qué sitio está el otro esperándola. Casi imposibles de frenar. Además, Jordi es el máximo asistente de la liga con ocho pases de gol. El segundo es el también liceísta Josep Lamas, con cuatro. Un podio totalmente verdiblanco ya que lo cierra Nacevich con tres.