El Básquet Coruña necesita hacer del Palacio un fortín. Un escenario en el que la victoria visitante sea misión imposible. Empezó a fortalecerse hace quince días, cuando la víctima fue el Breogán -hasta ese momento líder invicto-. Hoy le visita el San Pablo Inmobiliaria Burgos (20.30 horas) y el equipo naranja confía en "tumbar a otro grande", según las palabras de Tito Díaz.

El técnico sabe que si logran imponer su ritmo, su juego, el triunfo estará cerca. Sería el segundo en una temporada de altibajos. Aunque siempre ha competido, solo en una ocasión ha logrado sumar. El resto, finales para olvidar. Aún así, el grupo herculino ha escogido el buen camino y quiere demostrarlo esta misma tarde. "Estamos bien a pesar de lo que diga la clasificación -es decimocuarto-, que me importa cero", añade.

Su afición será hoy el juez. "Es muy importante hacernos fuertes en casa", anuncia el entrenador lucense, que sabe que si sus pupilos aprovechan el factor cancha tendrán medio trabajo hecho.

Además del apoyo de sus seguidores, el Leyma recupera a uno de sus pilares: Jesús Castro. El escolta ferrolano, ya recuperado de su lesión en el menisco de la rodilla izquierda, vuelve a la convocatoria de Tito Díaz y dispondrá de minutos.

Quien llega a Riazor es un Burgos que ha alcanzado el ascenso a ACB en las últimas tres temporadas, aunque por cuestiones económicas no ha podido hacerlo realidad. Mucho ha cambiado en el conjunto que dirige Andreu Casadevall. Nueve jugadores nuevos tiene a su disposición, aunque el espíritu competitivo se mantiene intacto. "Tenemos que hacer que no nos superen en el rebote, porque si tenemos eso y defensa podemos jugar nuestro baloncesto", analiza.

"Soy optimista", confiesa y repite una frase que nunca olvida: "Como se entrena, se juega". El Básquet Coruña ya tiene la lección aprendida así que solo le queda saltar hoy a la pista e intentar pasar el examen con nota. La segunda victoria del curso sería el premio. Merece la pena.