La maratonista rusa Lilia Shobujova, que destapó en 2014 el escándalo de extorsión de atletas rusos implicados en positivos, dijo ayer que no se debe castigar a los atletas sobornados, sino a los funcionarios deportivos rusos.

"Si tiene lugar una descalificación, el deportista lo pierde todo: medallas, premios y sueldo. ¿Y qué pasa con los funcionarios? Nada. ¡A quien hay que castigar es a ellos!", dijo Shobujova al diario Sport Express. La rusa reconoció que no entiende la recomendación de la comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de impedir a los atletas rusos competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Denuncia que fueron funcionarios como el presidente de la Federación Rusa de Atletismo (FRA) Valentín Balajnichev, destituido en febrero pasado, "los que vivieron de las medallas" y "se compraron después casas y coches caros". La fondista lamenta no haber denunciado antes a los funcionarios rusos que le exigieron un soborno de 450.000 dólares para poder competir en los Juegos Olímpicos de Londres.