La conexión entre los hermanos Bargalló, Pau y Jordi, dio al Liceo un nuevo triunfo ante el Vilafranca, que llegaba a Riazor sin conocer la derrota. El pequeño de la saga hizo los tres primeros tantos y el mayor marcó uno y asistió en dos a su hermano. Ambos lideraron una victoria merecida, pero muy amplia, y que les lleva al segundo puesto.

El entendimiento entre Jordi y Pau volvió a funcionar una vez más y se unieron para hacer los dos goles liceístas en la primera mitad, situando a su equipo con un margen de seguridad. El primero asistió al pequeño de la familia en los dos tantos, uno a la contra, y el otro que llegó tras un sutil toque de Pau desde dentro del área.

El Vilafranca, que llegó con la vitola de revelación, estuvo muy atento para salir rápido a la contra y pudo adelantarse, pero Malián detuvo a Edu Fernández un penalti que el meta había cometido. Fue la ocasión más clara de los visitantes, que tampoco aguantaron bien durante bastantes minutos las intentonas locales.

Tras el descanso, el Liceo apostó por posesiones más largas con las que buscar un hueco en la zaga visitante, que no se descompuso casi nunca y tapó bien los espacios de tiro. Esto hasta mediado el periodo, cuando volvieron a aparecer de nuevo los hermanos Bargalló. Pau inició una jugada desde el costado izquierdo y aprovechó un bloqueo de Jordi para irse al centro y marcar con un potente disparo. Con los tres de ayer, el menor de la saga se sitúa con 13 en total y es el segundo máximo realizador del torneo.

La distancia era muy grande para el Vilafranca, que se derrumbó, y el Liceo disfrutó para redondear la goleada. Dos goles de Vives, uno de Jordi Bargalló y uno de Carballeira, intercalados por Rocasalbas, cerraron una nueva victoria.