Londres es una de las ciudades más multiculturales del mundo y por ello los extranjeros que allí viven tienden a unirse de diferentes maneras según su procedencia. Uno de esos modos es a través del fútbol, concretamente con la Liga de Fútbol Diplomática que se creó en 1995 para los miembros de las embajadas en la capital británica y que ahora está abierta también a gente que no ocupa puestos gubernamentales. En el Spanish Embassy (Embajada Española), nombre del equipo, juegan dos coruñeses, Javier Carrá y Augusto Morales, junto a otros gallegos y a ingleses hijos de emigrantes.

Javier llegó a Londres en junio de 2013 y trabaja como gerente de finanzas de una entidad bancaria española. Pocos meses después de aterrizar en Inglaterra entró en esta selección española de la mano de otro herculino que jugaba en el equipo y ahora lucha junto a sus compañeros por conseguir el título de liga. "Estamos ya en la segunda vuelta y somos segundos a tres puntos de Argentina. Jugamos contra ellos el 17 de enero y será una final anticipada, en copa hace dos semanas les ganamos 4-3", relata. Esta buena marcha en el torneo liguero no es casualidad, ya que el año pasado finalizaron subcampeones pero empatados con Brasil, ganador. "No empezamos muy bien la temporada, pero después tuvimos una buena racha y remontamos para ponernos arriba. Contra Brasil tuvimos algunas bajas y perdimos 3-1, fue una pena, ya que de haber ganado ese partido probablemente hubiésemos ganado la liga. Y en la primera vuelta habíamos empatado a uno", recuerda sobre el pasado campeonato.

Actualmente es una competición abierta a todas las personas que quieran representar a su país o al de sus progenitores, pero no siempre fue así. En 1992 comenzó la primera Copa Diplomática y tres años después llegó el turno para el campeonato liguero. "Empezó como una liga diplomática para gente que trabajaba en las embajadas pero en nuestro equipo solo el entrenador trabaja ahí. El resto trabajamos en banca, consultoría, arquitectura, hostelería o tiendas de ropa para mejorar el inglés o trabajar en lo que hemos estudiado", explica. Francia, con siete títulos, y Brasil, con seis, son los dominadores de esta competición, en la que España nunca ha sido campeona.

Mejor suerte corrió la roja en la Copa, cuando se proclamó campeona en 2011 frente a la canarinha. Un año después no pudo revalidar su trono y cayó en el tiempo extra de la final ante Irlanda. Algo similar sucedió en la pasada edición contra los del trébol. "Fue un partido muy duro e intenso. Llegamos 0-0 al final de los 90 minutos, nos adelantamos 1-0 en la prórroga y en un error nos hicieron a la contra el 1-1. Luego perdimos en la tanda de penaltis", cuenta Javier. Esta temporada todavía no han comenzado esta competición, pero sí que lo han hecho en la Copa de la Liga, en la que lideran su grupo tras imponerse a Argentina.

Casi todos los miembros del equipo han jugado desde pequeños en equipos de carácter aficionado en sus ciudades de origen, aunque hay un par de excepciones. "Un compañero que se llamar Carlos (Bartolomé) jugó en los juveniles del Atlético de Madrid, en el Zaragoza B y en el Alcobendas, llegando a Segunda B. Luego está Jon (Urrecho), que se formó en las categorías inferiores del Athletic de Bilbao y que compartió habitación en Lezama con Fernando Amorebieta (exjugador del Athletic)", explica Javier. Son dos oasis en medio de un océano de amateurs que necesitan apoyos para seguir al máximo nivel. "Encontramos un patrocinador, la cadena de restaurantes españoles Mas Q Menos, que también tiene tres locales aquí en Londres. Nos ayuda mucho porque el tema del alquiler de campos y todas las cosas son carísimas", cuenta. Sin embargo, lo realmente importante para ellos es disfrutar del fútbol y por ello al final de cada temporada hacen una cena y reparten premios al mejor jugador y al máximo goleador, galardón que el curso pasado fue para Javier.