El Atlético de Madrid, merced a su victoria en Sevilla, desplaza al Madrid de la segunda plaza de la clasificación y se pone a la estela del Barcelona, mientras que el Betis, que fue de menos a más, no dio lo suficiente para romper una racha como local en la que encadena su cuarto partido perdido.

El conjunto rojiblanco empezó bien y marcó pronto, pero en la segunda parte se vio desfondado físicamente y nunca tuvo clara la victoria, pese a que los béticos acabaron con diez jugadores por la lesión del francés Didier Gigard cuando estaban hechos los tres cambios.

Importante test para el equipo sevillano para retomar la senda de la victoria como local después de que en sus tres anteriores comparecencia en el Benito Villamarín perdiera -Deportivo, Espanyol y Athletic-, pero enfrente tuvo a un rival que tenía la oportunidad de desbancar de la segunda plaza de la tabla al Madrid.

Como ha sucedido ya en varios partidos de los verdiblancos, muy pronto los béticos encajaron el primer gol y tuvieron que ir a remolque en el resultado.

Un fallo de Xavi Torres propició una contra de Fernando Torres, que se encontró con una gran parada de Adán, pero en el rechace no perdonó Koke y logró a los siete minutos un 0-1 con el que los de Simeone lograron su primer objetivo.

Al Atlético se le da bien el sistema de contención y últimamente está más atascado en la delantera, pero ya con el resultado a su favor controló a la perfección al situación al mover bien el balón y buscar las precipitaciones de un rival desorientado en la faceta de creación y con errores en la defensa.

El equipo del Cholo se fue al descanso con superioridad en todas las facetas y con el belga Yannick Carrasco como su jugador más incisivo por su movilidad y velocidad en el ataque, aunque desperdició una buena ocasión para haber puesto el 0-2 poco antes de que concluyera la primera mitad.

En la reanudación, el técnico bético, Pepe Mel, dio entrada a Dani Ceballos en lugar de Xavi Torres con el objetivo de tener una creación en el ataque que hasta entonces no se había visto, pero el Atlético continuó con el dominio y con la impresión de que con el discurrir del partido llegaría su segundo tanto.

La adversidad se apoderó del Betis cuando Adán no pudo aguantar sobre el terreno tras sufrir minutos antes un encontronazo con Godín, por lo que fue sustituido por el meta Dani Giménez, pero para entonces el conjunto local se había convencido de que le podía hacer daño a un adversario que perdió frescura y que cuando se puso de gol lo desaprovechó.

Los últimos minutos del partido jugó el Betis con diez futbolistas al lesionarse Digard, lo que ayudó a los visitantes para asegurarse la victoria que no fue lucida.