A casi ocho mil kilómetros de casa, los colombianos Camilo Echeverri y Andrés Castaño se reencontraron el sábado en A Coruña durante la disputa del Torneo Eixo Atlántico. Los dos dejaron atrás su Medellín natal y el Super Patín en el que crecieron para luchar por sus sueños. Uno en el Compañía de María coruñés con Pedro Gil como modelo. Otro en el Porto junto a su ídolo Helder Nunes. Y ambos con el objetivo del Mundial sub 20 con la selección cafetera. Tienen por delante un año en el que aprender y mejorar en dos de las cunas del hockey sobre patines. Una oportunidad única.

"Tuve que pensármelo mucho porque era dejar atrás muchas cosas, pero si a uno la vida le da esto hay que aprovecharlo", dice Camilo Echeverri, que acaba de aterrizar en A Coruña. No lleva ni una semana en una ciudad que tuvo que googlear cuando surgió la oportunidad de venir a vivir a ella. "Lo primero que me salió fue la Torre de Hércules", recuerda. Le pudo hablar de primera mano su entrenador, Jairo Palacios, que estuvo unos meses aquí. Tras unos días, saca sus propias primeras impresiones. "Habláis muy rápido", bromea. "La gente es muy agradable y me acogieron muy bien", dice ya en serio.

Encontrarse con una cara conocida como la de su compañero Andrés Castaño le devolvió a casa en pleno Palacio de Riazor. Juntos hicieron al Super Patín campeón de Colombia y solo unos meses después, uno vive en España y otro en Porto. Castaño es el primer colombiano que recala en Portugal. Vive con su hermano, el que le inició en el hockey sobre patines, y juega en el Dragon Force, campeón del Eixo AtlánticoEixo Atlántico el fin de semana. También se siente "muy bien acogido", pero en su caso tiene el handicap del idioma. "Voy a una academia, pero es muy duro".

Volverán a verse en Navidad. Se juntarán en la ciudad lusa para pasar juntos unas fechas en la que se suele echar especialmente en falta a la familia. Aunque por mucho que se sientan como en casa, les faltará el calor del hogar. Literal, porque Medellín es conocida por un clima al que se denomina como la eterna primavera y ya han empezado a sufrir el duro invierno. No es la única diferencia. También hay otras de índole cultural. "Me llamó la atención que aquí los jugadores se cambian en el vestuario unos delante de otros. Allá es todo más íntimo", comenta Echeverri.

"Yo ya intuía que esto iba a pasar", comenta José Ares, entrenador del Compañía de María y uno de los artífices de su venida a Galicia, ya que colaboró el pasado verano con la federación colombiana. Allí le acogió Juan Carlos Echeverri, padre de Camilo y uno de los directivos del hockey sobre patines cafetero. Ahora le toca a él el papel de anfitrión. Su hijo Luis acoge en su casa al jugador, aunque Ares especifica que este es autónomo: "Él cocina, él se lava la ropa... ya le dije a su padre que se lo vamos a devolver hecho un hombre".

Sobre Camilo dice que es un "loco por el hockey". "No se perdía ningún entrenamiento". En A Coruña doblará en las categorías júnior y sénior. "Como casi todos los colombianos, es un jugador muy rápido, con unos cambios de ritmo espectaculares, y físicamente aunque es bajito es un toro. Tiene más carencias técnicas, pero también mucho margen de mejora", analiza. "Va a progresar mucho aquí. Tengo mucha confianza que en cuestión de un par de meses esté a un gran nivel", pronostica. De momento, ya jugó cuatro minutos en el Compañía-Liceo del fin de semana. "Y no desentonó".