El Getafe ganó al Villarreal y ahondó en la herida del conjunto de Marcelino García Toral, que, después de un inicio de curso espectacular, encadena una mala racha de resultados con una sola victoria en los últimos siete encuentros.

El equipo de Fran Esribá, con el descenso al acecho, necesitaba dar un puñetazo encima de la mesa para acabar con una serie de cuatro partidos consecutivos sin ganar. Enfrente tenía a un equipo necesitado que llegó a la cita instalado en un periodo de letargo inesperado.

Sin embargo, esa necesidad no afectó al control del Getafe, que fue casi total. Apenas dio tregua durante el inicio del choque y después, controló todas las facetas del partido con Lafita, el encargado de romper la resistencia del Villarreal.