El Sevilla ganó 0-2 al Betis en el Villamarín y dio un gran paso hacia los cuartos de final de la Copa del Rey, en un derbi sin calidad en el juego y que los sevillistas resolvieron al ser mucho más efectivos que el inofensivo equipo verdiblanco. El duelo sevillano se decidió con un gol a los 13 minutos del danés Krohn-Dehli y otro del polaco Krychowiak, a los cuatro minutos de la reanudación, mientras que el Betis, al que se le pone muy difícil la clasificación, falló un penalti a diez minutos del final al tirarlo fuera Rubén Castro y acabó con uno menos por la expulsión de N'Diaye.

Los béticos, como muchas veces en casa, salieron dormidos, con nervios, y pronto perdían el balón, con lo que el dominio del Sevilla, más concentrado, fue absoluto en los primeros minutos con un primer intento de cabeza, flojo, de Immobile, que paró Dani Giménez. Cuando parecía que el Betis quería reaccionar y llegar arriba, como en un peligroso centro de Piccini que sacó de cabeza Rami, los sevillistas le asestaron un duro golpe al hacer el 0-1 Krohn-Dehli, el mejor de los suyos en este periodo, que se internó por la izquierda ante la pasividad local y marcó a los 13 minutos.

En la reanudación, el Betis salió con más tensión a por el empate. Todo se quedó en buenas intenciones, pues fue víctima de su pésima defensa, que ayudó al 0-2 del Sevilla a los cuatro minutos, cuando Krychowiak, casi a puerta vacía, resolvió un barullo en el área tras dos cabezazos y un tiro previo mal despejados por la zaga y el meta. Rubén Castro falló un penalti a diez del final, con lo que el Betis dice prácticamente adiós a la Copa.