El Athletic Club ganó en Villarreal por 0-1 con un gol de Iñaki Williams, lo hizo con cierta suficiencia y tranquilidad, ante un equipo local que pareció no creer nunca en sus posibilidades, y se clasificó para los cuartos de final de la Copa del Rey.

Desde el principio se vio a un Athletic más intenso y más metido en un partido, en el que tras el gol de Williams ya no tuvo más historia. Los de Ernesto Valverde presionaron arriba, logrando desde el primer momento que el joven equipo local no encontrara la posición en el campo y se le notara nervioso. Las llegadas se decantaron de parte de los visitantes, que con balones a Aduriz, y con la velocidad de Williams, generaban problemas.

Ya a los diez minutos la tuvo el mismo Williams, quien lanzó un ajustado disparo que a punto estuvo de ser el primer gol del partido. Ese dominio y esa alta presión de los vascos no permitían al Villarreal tocar y buscar la portería rival, dejando un partido plácido para los de Valverde. Daba la sensación de que el gol estaba muy cerca de un equipo, que sin generar grandes ocasiones, si que rondaba el área con asiduidad. Y todo ello llevó a que en una de esas jugadas, Susaeta dejara a Williams mano a mano con Barbosa, para que marcara el único gol del partido a los veinte minutos. Un gol que espoleó a los amarillos, que buscaron con Nahuel y Castillejo generar peligro. Los segundos cuarenta y cinco minutos eran un calco de la primera parte, con un Athletic dominador y un Villarreal sin garra.