El escocés Andy Murray, número 2 del mundo, se clasificó para disputar por quinta vez en su carrera la final del Abierto de Australia al doblegar con enormes dificultades (4-6, 7-5, 6-7 (4), 6-4 y 6-2) al canadiense Milos Raonic, que solo cedió cuando una dolencia en el muslo mermó sus facultades.

Murray volverá a luchar por su primer título en Melbourne, donde ya perdió la final de 2010 ante el suizo Roger Federer y las de 2011, 2013 y 2015 ante el que también será su rival mañana, el serbio Novak Djokovik.

Raonic, 14 del mundo y solo por segunda vez en una semifinal de Grand Slam, fue atendido en dos ocasiones por los servicios médicos en el muslo derecho y al final del cuarto set acusó un bajón notable en su juego, que Murray no dudó en aprovechar para así golpear a placer y con una continuidad que el servicio del canadiense había impedido hasta entonces.

En la final femenina, la estadounidense Serena Williams intentará confirmar su favoritismo y conquistar su séptimo Abierto de Australia, que significaría también su Grand Slam número 22 e igualar el récord de la Era Open en poder de la alemana Steffi Graff, que espera que su compatriota Angelique Kerber pueda dar la sorpresa y que mantenga su récord al menos hasta Roland Garros.

Kerber tiene ante sí el difícil reto de frenar la voracidad que Williams ha desplegado en Melbourne Park, donde no ha cedido ningún set todavía.