"Fue uno de los últimos en entrar, pero el que más rápido aprendía todo", define Juan Amaro, delegado y entrenador de la sección de bádminton del Club del Mar, a Enrique Rodríguez (A Coruña, 2000). Por eso al jugador coruñés se le quedaba pequeño su club y hace dos temporadas se marchó al Centro Gallego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra. Allí pasó a entrenar cinco horas diarias, tres más que lo que hacía en casa, y los resultados no se han hecho esperar. Con 15 años es uno de los deportistas con más futuro y la selección española sub 19 ya se ha fijado en él y le ha convocado para participar en el Campeonato Internacional júnior que se disputará en Oviedo del 19 al 21 de febrero.

-Se le ve ilusionado.

-Es que me hace mucha ilusión que me convoquen, sobre todo porque es la primera vez y en una categoría superior.

-¿Se lo esperaba?

-Siempre estaba ahí, pero la verdad es que me pilló por sorpresa.

-¿Qué experiencias espera de esta convocatoria?

-Primero vamos a una concentración con los entrenadores de la selección, y el objetivo es aprender lo máximo posible de todas las cosas nuevas que me puedan enseñar. Ya en la competición, lo que intentaré es disfrutar y pasármelo bien jugando.

-¿Cuál es su objetivo de la temporada?

-Me gustaría conseguir un buen resultado en el Campeonato de España, por lo menos sacar medalla. Aunque ya hay un objetivo que se me ha escapado porque quería entrar en la selección para el Campeonato de Europa y no han contado conmigo.

-Entrena y vive en el CGTD de Pontevedra. ¿Nota mucho el cambio con A Coruña?

-Es el segundo año que estoy en Pontevedra y se nota mucho el cambio sobre todo en las horas de entrenamiento. En A Coruña, en el Club del Mar, entrenaba dos horas y allí estoy entrenando cinco. Son muchas horas y mucho esfuerzo.

-¿Como es un día en un centro de alto rendimiento?

-Me levanto a las siete de la mañana, voy a desayunar y a las ocho empiezo las clases. Paro a las diez y media para entrenar durante dos horas. A las doce y media vuelvo a clase hasta las dos, como y los lunes tengo clase una hora por la tarde, hasta las cuatro y entreno tres horas más por la tarde. El resto de la semana, son 'solo' las tres horas de entrenamiento, sin las clases. Después, cena, hora de estudio, y a la cama para al día siguiente volver a empezar.

-Mucho esfuerzo para llegar a ser profesional.

-Me encantaría poder vivir del bádminton pero es un objetivo muy difícil. Implica mucho esfuerzo y dedicación, subir el nivel, pero estoy dispuesto a asumir todo lo que sea necesario para ello.

-El bádminton está de moda.

-Gracias a Carolina Marín y sus dos Campeonatos del Mundo ahora el bádminton es más visible. Se está valorando más a los jugadores.

-¿Carolina Marín es su ejemplo a seguir?

-Carolina (Marín) es el ejemplo para todos. No había ningún español que consiguiera nada importante y llegó ella, que entrena en la Blume de Madrid, y ganó dos Mundiales. Nos mostró el camino a los demás. En masculino está Pablo Abián. Está entre los mejores del ranking, pero todavía no ha ganado nada.

-¿Qué hay que tener para ser un buen jugador?

-Tienes que tener buena técnica y sobre todo, pensar mucho mientras juegas. Es un deporte muy táctico. También hay que tener unas buenas condiciones físicas porque algunos puntos son muy largos y tienes que estar bien físicamente para aguantar.

-¿Cuáles considera que son sus puntos fuertes?

-La parte psicológica la llevo bastante bien y últimamente es lo que más me gusta de los partidos, pensar en la estrategia.

-¿En qué tiene mejorar?

-Tengo que mejorar todavía más la técnica porque todavía hay cosas que no me salen del todo bien.

-¿Cuál es el nivel de Galicia?

-De todas las comunidades de España, es una de las más fuertes. Tenemos mucha gente, tanto en chicas como en chicos, que está entre los primeros clasificados de todas las categorías.

-¿Y en A Coruña?

-En A Coruña no hay mucha gente en las categorías de los mayores, pero sí que se están apuntando muchos niños nuevos. Tanto Rubén como Juan y Julio les enseñan muchas cosas y espero que los chavales de la cantera vayan mejorando y puedan sacar más gente.

-Quizá se convierta en el Carolina Marín de los niños del Club del Mar.

-Pues puede ser, no sé, ojalá (se ríe tímidamente).