Celta y Sevilla firmaron tablas en el segundo asalto de la semana entre ambos equipos, que cerrarán la trilogía el jueves en la vuelta de la Copa del Rey, en un encuentro en el que el cuadro andaluz aguantó más de una hora en inferioridad por la expulsión de Federico Fazio.

El cuadro de Unai Emery, que siguió el partido desde la grada al estar sancionado, aguantó el empuje final del de Eduardo Berizzo y resguardó la quinta plaza que le mantiene en la zona de la Liga Europa.

Llegaba el Celta herido, necesitado de un triunfo revitalizante tras el mazazo de la Copa después de perder en el Sánchez Pizjuán por 4-0, y camino de los vestuarios esa herida aún se agrandó más después de que el portugués Carriço lo golpease tras un saque de esquina, en una acción similar a la del primer gol sevillista el pasado jueves.

Como en aquel choque, el equipo andaluz se adelantó al filo del descanso, cuando más dominaba el Celta, que jugaba con un hombre más desde el minuto 25 por expulsión del central argentino Fazio, cuyo regreso a la Liga española tras su paso por Inglaterra no pudo ser más desafortunado.

Pero esa superioridad no la supo explotar el Celta, un equipo que sin Nolito y Orellana pierde creatividad y desborde en los últimos metros. Y N'Zonzi pudo sentenciar, pero su cabezazo fue repelido por la parte exterior del poste. Del posible 0-2 al 1-1 en apenas dos minutos: centro de Daniel Wass, y remate de Beauvue para igualar.