El delantero del Barcelona Lionel Messi se somete desde ayer a "diferentes pruebas para evaluar la evolución de los problemas renales que sufre desde diciembre pasado", según informaron los servicios médicos del club azulgrana en un comunicado. El internacional argentino, que ayer no se entrenó junto al resto de sus compañeros, se reincorporará a la disciplina del primer equipo mañana, miércoles, aunque ese día ya no jugará contra el Valencia en la Copa. Messi, que reaparecerá el próximo domingo en Liga ante el Celta, no estará, por tanto, en Mestalla, donde el Barça afrontará un mero trámite para clasificarse para la final de Copa tras el 7-0 logrado en la ida de las semifinales, disputada la semana pasada en el Camp Nou.

El jugador argentino desea eliminar de una vez por todas el problema renal que arrastra desde el pasado Mundial de Clubes disputado en Japón. La víspera del partido ante el Guangzhou chino, Messi sufrió un cólico nefrítico que le impidió jugar la semifinal, aunque se recuperó rápidamente de la dolencia y disputó la final, ante el River Plate argentino, tres días después.

Por otro lado, Mascherano cree que su compañero Neymar no encontrará un club mejor que el azulgrana para seguir con su progresión como futbolista, y se ha mostrado optimista sobre la posible renovación del astro brasileño. "A Neymar lo veo muy cómodo, muy feliz aquí, y creo que, si en un futuro pretende ser de los mejores del mundo, el Barcelona es el club ideal para él, por su manera de jugar y por lo que cuesta adaptarse a un club en Europa, cosa que él ya ha conseguido", opina el internacional.

El argentino descarta, de todos modos, que a su compañero Neymar vayan a afectarle las negociaciones sobre su renovación ni tampoco los problemas judiciales y fiscales a los que el jugador brasileño y su padre se enfrentan por una supuesta simulación contractual en su fichaje por el Barça hace tres temporadas. Javier Mascherano, que ha señalado que él vivió hace poco una situación similar -recientemente se le suspendió una pena de un año de cárcel por fraude fiscal-, restó trascendencia a este hecho.

"Todos tenemos problemas en la vida, debemos resolverlos y tratamos de que no repercutan o influyan en nuestro ambiente de trabajo. No veo por qué tiene que repercutir, y menos en un vestuario como el nuestro, que ha vivido situaciones límite y mucho más importantes, como enfermedades", argumentó. "El último tercio de la temporada es el que más cuesta, porque todos los equipos, especialmente los de abajo, empiezan a jugarse cosas importantes, pero quizá, si en este tiempo hemos evolucionado en algo es que este tipo de partidos nos costaba mucho ganarlos tiempo atrás. A día de hoy, el equipo sabe sufrirlos, sabe trabajarlos y conseguir el resultado", dijo el barcelonista.