El Real Madrid es ese gigante que ha conquistado ya 25 Copas del Rey. Pero temió no estar en la final de esta edición. El Laboral Kutxa Baskonia se lo puso muy pero que muy difícil, pero la experiencia blanca emergió en los últimos compases y los de Pablo Laso se aseguraron la lucha por el título (80-86). El duelo Bourousis-Rodríguez del último cuarto, de ensueño.

El Baskonia, como su afición, parece de otro planeta. Cuando crees que no va a aparecer o que no tiene su día, engancha un triple tras otro y revive como por arte de magia. Los asistentes al Coliseum pudieron ser testigos de esta reacción.Tras un inicio abrumador del Madrid (2-10), el Laboral Kutxa encontró un atajo hacia la igualada a través de Causeur y Bourousis. Y eso que no fue fácil, porque los blancos no hacían más que sumar gracias al acierto de Nocioni y Ayón.

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