La selección de rugby femenino aterrizó en Brasil con las armas preparadas contra el virus Zika y con el objetivo de vencer en la segunda etapa de las Series Mundiales 2016 de Rugby 7, una fase con la que esperan consolidar al equipo para conseguir así un pasaje a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Con respecto a la última convocatoria, Barrio ha perdido a Marina Bravo, lesionada, y ha dejado fuera por decisión técnica a Alexandra Castillón para suplirlas con la joven Amaia Erbina (INEF Barcelona) y Lourdes Alameda (Sanse Scrum).

El resto de jugadoras del plantel son Eli Martínez (GEiEG), Iera Etxebarría, Patricia García e Irene Schiavon (Olímpico Pozuelo), Ángela del Pan (INEF Barcelona), María Casado (Blagnac/FRA), Teresa Bueso (CAU Valencia), Paula Medín, Berta García y Vanesa Rial (CRAT Coruña)

La selección viajó a Brasil prevenida y percatada con su indumentaria, pero los controles sanitarios locales y el calor de la mayor ciudad brasileña modificaron sus planes.

"Pensábamos que tendríamos que ir en manga larga y pantalón largo, pero hemos visto que la gente se viste normal. El primer día probamos de ir con térmicas de verano, pero con este calor es imposible", explicó Martínez. Y agregó: "vamos llenas de repelente y, si nos pica, es lo que hay".

También opinó así la delegada del equipo, Itziar Díaz, quien comentó que "ha habido mucho alarmismo" y señaló que la selección ha recibido varias cartas de las autoridades sanitarias españolas alertándoles sobre los riesgos del país suramericano.

Al margen del Zika, el combinado llegó a Brasil con la meta de preparar al equipo de cara al torneo preolímpico de Dublín, previsto para el próximo junio y que entregará un pasaje para Río 2016.

En la capital irlandesa, al igual que en Sao Paulo, Las Leonas debutarán contra el combinado ruso, su mayor rival para sellar el pase a las olimpiadas.