El estadio Philips de Eindhoven, el PSV y su fortaleza en casa ponen a prueba esta noche al Atlético de Madrid y su gran ambición, la Liga de Campeones, el desafío pendiente de un grupo ganador, apartado el pasado domingo de la lucha por la Liga e ilusionado con un reto de tremenda exigencia. El Atlético competirá contra un buen bloque -líder de su liga con ocho victorias consecutivas- pero también contra un momento de dudas del equipo madrileño, las que generan sus últimos altibajos, con sólo dos triunfos en sus siete encuentros oficiales más recientes, en los que ha sido eliminado en la Copa y ha perdido la Liga, a ocho puntos del Barça.