Primer paso dado. Ahora a por el segundo. El Liceo ya está en semifinales de la Copa del Rey, que disputará hoy frente al Vic (21.00 horas), tras deshacerse ayer del Voltregá. No sin problemas. Mandó, se vio sorprendido a la contra, se vio obligado a remontar y a un minuto para el final Pau Bargalló marcó a pase de su hermano Jordi el gol de la victoria. Incluso Xavi Malián necesitó exprimirse para detener una bola sobre la bocina que anunció el final del partido y mantener el 7-6 que lucía entonces en el marcador. No fue el mejor partido de los verdiblancos. Se notaba una tensión extraña sobre la pista. Lo que no les faltaron fueron las ganas por luchar no solo por unas semifinales, sino por mantener vivo el sueño de volver a levantar la copa. Jordi Bargalló llevó la batuta. No solo por sus tres goles -dos marcó Pau y otros dos Oriol Vives-. Su actitud es lo que le diferencia. Nunca se rinde. Respondió a cada golpe del rival con uno nuevo. Y animó a sus compañeros a ir a por más.

Sobre el papel se esperaba un partido con pocos goles, como había sido el que los había enfrentado en la liga y que se había saldado con un 2-3 a favor de los verdiblancos. Además el Voltregá había expuesto sus cartas: defender con intensidad y salir a la contra. Pero la Copa es una competición diferente, llena de sorpresas. El Voltregá fue un equipo digno. Defender sí, pero con armas nobles. Sin especulaciones. Sin complejos. Valiente. Tiró de la experiencia de Borja López y Petxi Armengol y del atrevimiento de sus perlas. Álex Rodríguez llevó los galones y marcó dos goles, los mismos que Eric Vargas, que se lució en la definición, y el coruñés Ignacio Alabart dio muestras de lo que está llamado a ser, un jugador total, además de su clase, la que lleva implícita en su apellido y que estalló en una falta directa.

Nada más empezar ya hubo un penalti fallado por el Voltregá, un palo de Pau Bargalló y un gol de Oriol Vives. El Liceo tenía controlado el partido, pero los catalanes también en cuanto que la distancia no crecía. Álex Rodríguez empató y acto seguido Jordi Bargalló, de penalti, hizo el 2-1 con el que se llegaría al descanso. Tras él, dos muestras de lo que saben hacer los blanquiazules. En dos pases estaban ante Malián y Vargas definía a la perfección para el 2-3. El capitán nivelaba de nuevo el partido antes de la primera ronda de faltas directas que no acertaron ni Dani Rodríguez ni Pau Bargalló. Después, turno para Armengol, que punteó un tiro lejano. De nuevo tenía que salir al recate el nueve. Falló un penalti pero no el rechace. 5-5 y siete minutos por jugar. El Liceo llegó a las quince faltas. No perdonó la directa Alabart. Sí Josep Lamas tras la azul a Armengol. Los coruñeses no se rindieron. Siguieron a por el gol. La insistencia tuvo premio con Pau y Vives, que en apenas un minuto firmaron el 6-5. Tampoco bajó los brazos el Voltregá con un Álex Rodríguez que dispuso de hasta tres remates en una misma jugada para el 6-6. Más emoción imposible. La tensión la cortó Pau. A pase de Jordi. Conexión triunfal.