El Barçelona supo sufrir para firmar una vuelta casi perfecta y alcanzar su trigésimo cuarto partido sin perder, esta vez tras derrotar al Sevilla (2-1), el último equipo que le ganó y que ayer le puso las cosas muy difíciles. Los azulgrana, como en otras siete ocasiones en esta temporada, tuvieron que remontar un partido en el Camp Nou. Se adelantó el equipo sevillista, pero le dio la vuelta al partido el Barça con una magistral ejecución de falta por parte de Leo Messi y un tanto de delantero centro de Gerard Piqué.

La victoria permite a los azulgrana igualar el récord como invicto del Madrid de Leo Beenhakker (1988-89), pero más allá de esta marca sitúa al Barça con ocho puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid y doce con respecto al equipo madridista, segundo y tercero, respectivamente, en la tabla.

Dejó Luis Enrique a Alves, Mascherano, Iniesta y Rakitic de salida, pensando en la acumulación de partidos inmediatos; y seguramente inconscientemente en la inocencia del Sevilla como visitante y en la racha de Emery en sus duelos en el Camp Nou. Pero se le atragantó el partido a los azulgrana, que tuvieron problemas en la creación, especialmente en la coordinación defensiva, como se vio en el 0-1 que marcó Vitolo en el minuto 20.

Al Barça le faltaba una circulación más rápida de balón. Neymar capitalizó el juego en ataque y poco a poco fue apareciendo Messi y también Luis Suárez. Ya se sabe, cuando los tres entran en acción, el éxito azulgrana está asegurado, aunque ayer esta premisa estuvo a punto de no cumplirse. En una gran combinación de Neymar, que cedió de tacón a Suárez, propició una falta de Rami. A la media hora, Messi se puso frente al balón y éste describió una parábola imposible que acabó en la red. Con el 1-1, el Barça ya tuvo el mando del partido, pero solo tuvo una ocasión clara tras un remate de Messi (min. 37) que paró Sergio Rico.

En los dos primeros minutos del segundo tiempo, los azulgrana tuvieron dos buenas ocasiones. En la primera, Neymar obligó a Sergio Rico a realizar una gran intervención, en la segunda una combinación entre Messi y Luis Suárez acabó con el 2-1. El alma de delantero de Piqué apareció para adelantar a su equipo, pero el Sevilla no se amilanó. En dos minutos, Bravo y Sergio Rico fueron protagonistas. El chileno aguantó hasta parar el disparo cercano de Gameiro (min. 50), que había sido habilitado por un taconazo exquisito de Iborra; y el sevillista salvó un gran remate de Neymar (min. 51). El Sevilla lo siguió intentando, pero el Barça no cedió y conservó el 2-1.