Un Villarreal con muchos cambios en su once jugó uno de los mejores partidos del año como local al superar con facilidad a un Levante que puso voluntad, pero al que le faltó el acierto que sí tuvo su rival. Así, los locales consiguieron una de las mayores goleadas de la temporada y alcanzan ya trece partidos sin perder, mientras que el Levante se queda muy tocado.

El Villarreal marcó en su primera ocasión por medio de Baptistao. El delantero brasileño sorprendía con un disparo entre las piernas de Mariño y cuando ya estaba sin ángulo. El gol dio tranquilidad a los de Marcelino, que esperaban a su rival y le sorprendían en cada robo de balón con velocidad. Tan solo las escapadas de Morales y alguna carrera de Deyverson inquietaban la portería amarilla. Castillejo aprovechó a la contra para hacer el segundo, que ya dejó tocado al Levante. El tercero nada más empezar la segunda parte, de Adrián, y la expulsión de Navarro, supusieron la sentencia definitiva.