El Benfica se clasificó ayer brillantemente para cuartos de final de la Liga de Campeones tras eliminar a un decepcionante Zenit (1-2), que no sólo fue incapaz de remontar el gol en contra del partido de ida, sino que volvió a caer ante los lisboetas.

Los portugueses, que viajaron a San Petersburgo con numerosas bajas en defensa y sin el brasileño Julio César en la portería, castigaron la falta de ambición de los rusos, que fueron un manojo de nervios durante todo el encuentro.