El Barcelona recibe a un diezmado Arsenal para jugarse la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, eliminatoria que el equipo catalán tiene muy bien encarada por el 0-2 de la ida. El Barça pierde por sanción a Piqué, además del lesionado de larga duración Rafinha, pero la lista de bajas del Arsenal debilita aún más al conjunto británico.

Los gunners, con la duda hasta última hora del defensa Koscielny y las bajas seguras de Cech, Ramsey, Cazorla, Wilshere y Oxlade-Chamberlain, confían en dar la sorpresa en el Camp Nou. "Todo está más abierto de lo que piensa la gente", señaló el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, que añadió: "Queremos hacer que lo imposible sea posible. Sabemos que jugamos contra un equipo de mucha calidad, pero es importante que estemos concentrados y respondamos bien".

Luis Enrique, entrenador azulgrana, tampoco quiere da nada por hecho: "No es un partido para que alguien se pueda relajar. Tendremos que hacer un partido serio y ser mejores que el Arsenal a través del juego, que va a tener su dificultad", subrayó, además de prever que los londinense hagan una presión alta y apuesten por "las transiciones rápidas".