"En pretemporada intentamos aprender de los errores cometidos el pasado año. Está claro que dimos un paso importante en fiabilidad, pero en cuanto a prestaciones está por comprobar", comentó ayer Fernando Alonso en Melbourne, donde este fin de semana inicia la que será su decimoquinta temporada en Fórmula Uno.

"Mi intención es conducir y adaptarme a las nuevas cosas lo más rápido posible. En estas primeras carreras vamos a saber realmente donde estamos", apuntó el ovetense, que el pasado año se perdió la primera carrera tras el accidente sufrido en los test de Barcelona. "Estoy contento de estar aquí y estoy contento porque ya son quince años. Es difícil mantenerse siempre a un nivel alto y espero que este año me pueda divertir más que el año pasado", manifestó. Eso sí, el piloto asturiano es consciente de que en McLaren tienen mucho trabajo por delante. "Sabemos de las dificultades que tenemos, de los problemas que sufrimos el pasado año. Seguramente dimos un paso importante en la fiabilidad, pero en prestaciones está por ver. Suponemos que nos falta un largo camino por recorrer pero por lo menos tenemos la base para empezar", argumentó.

Respecto a los cambio para este año, como las limitaciones de ayudas por radio o los nuevos neumáticos, el asturiano apuntó que "todo esto no va a tener un impacto tan grande como el que se espera. Es cierto que los pilotos tendremos que tomar más decisiones, pero ojalá que dentro de tres o cuatro carreras, hablemos de que todo sirvió para mejorar el espectáculo", concluyó Fernando Alonso.