El HockeyGlobal Patín Cerceda disfruta de su segunda victoria en un derbi contra el Liceo que se presentaba como claro favorito. Muchos factores influyeron para dar la vuelta a la tortilla y que fuera el equipo modesto que lucha por la permanencia el que se impusiera al grande que pugnaba por el título. Las lesiones de Josep Lamas y Toni Pérez acortaron la rotación verdiblanca o la presión del González LaxeGonzález Laxe, pero sobre todo la diferencia estuvo en que los locales basaron su éxito en la fuerza de equipo mientras que los liceístas sobrevivieron gracias a las individualidades, sobre todo las de su capitán Jordi Bargalló.

Un esfuerzo coral. Los siete jugadores del Cerceda que saltaron a la cancha pusieron su granito de arena en mayor o menor medida. Martín Payero, Willy Domínguez y Joan Grasas superan la barrera de los 35 años y sufren la acumulación de partidos, pero el argentino aportó dos goles, dirección y tareas defensivas, el portero fue un seguro de vida y el defensa, un muro. Peli Fernández y Pablo Togores compaginan como pueden su trabajo y el hockey, pero el primero salió a aportar tiro exterior cuando su entrenador le requirió y el segundo entregó hasta el último sudor de su frente. Jacobo Mantiñán estuvo enfermo el día anterior y ni se intuyó. Como siempre necesario e impecable, derrochó clases de manejo de bola y velocidad. Adrián Candamio estaba tocado, pero asumió la responsabilidad de las directas y no escatimó en tareas defensivas. En el banquillo, junto al cuerpo técnico formado por Juan Copa, Antón Boedo y Manuel Togores, se quedaron sin salir Martín Rodríguez, Jacobo García y Arcadio García-Tizón. E Iñigo Artacho, en la grada por lesión. De todos es el éxito.

La soledad de Jordi Bargalló. El capitán lo intentó de todas las maneras pero acabó desquiciado. Solo con su aportación no se podía poner freno a un equipo que actuaba en bloque. Sin Josep Lamas y Toni Pérez, le acompañó en esfuerzo Xavi Malián en la portería. Y también asumió responsabilidad César Carballeira, sobre todo con Jordi en el banquillo. Imprecisiones, muchos fallos defensivos y más corazón que cabeza, al Liceo le faltó definición. La soledad del mayor de los Bargalló se notó incluso fuera de la pista. Terminó el partido y mientras sus compañeros ya estaban en el vestuario, estiraba solo en un pasillo del González Laxe junto al fisioterapeuta del equipo.

Dos porteros en estado de gracia. Juan Copa se decidió por la veteranía de Willy Domínguez en detrimento de Martín Rodríguez, con quien comparte titularidad a lo largo de la temporada. El meta catalán se lució. No solo por sus intervenciones a bola parada, con un penalti y tres directas frustradas, sino por su acierto en los uno contra uno. Especialmente importantes fueron sus paradas en los diez primeros minutos en los que el Liceo pudo escaparse en el marcador y creó ocasiones claras. Xavi Malián también estuvo inspirado, en su línea habitual de la temporada, pero poco pudo hacer en los goles que recibió.

El infierno del González Laxe. Seis victorias consecutivas son las que suma el Cerceda en su fortín, por lo que ha recuperado la fiabilidad de otras temporadas. Solo el Barcelona, el Vic y el Reus fueron capaces de ganar en el González Laxe, con un empate del Noia, en una primera vuelta en la que al conjunto rojiblanco le costó arrancar. Solo Barcelona, Liceo, Vic y Vendrell han ganado más como locales que el conjunto de Juan Copa, que puede atar la permanencia gracias a los partidos de casa.