Órdenes acogió el fin de semana el Campeonato Provincial de edad escolar de taekwondo. La competición era clasificatoria para el Campeonato Autonómico escolar y los clubs coruñeses Dobok y Garrapucho no faltaron a una cita que cada año reúne a más participantes. Los pequeños del club Dobok lograron nueve medallas, mientras que Garrapucho sumó dos metales. Además, el primero consiguió la clasificación para la competición gallega gracias a la suma de victorias obtenidas. Un gran logro para los coruñeses dado que al torneo se presentaron doscientos taekwondistas de diez clubes de la provincia a lo largo de una intensa jornada. El resto de afortunados fueron los clubes Know, Boudsport, Arte e Movemento, Han's Horang, Suh Sport, Natural Sport Ribeira, Maniotas, Ozono Boiro, Natural Sport Sada y Wellness Sport.

"Se trata del único campeonato oficial donde se pueden encuadrar niños desde los 10 hasta los 12 años", explica la entrenadora del club Dobok Meri Suárez. Una franja de edad que, en el caso del taekwondo, es donde se concentran la mayoría de pequeños interesados en este deporte. "Es muy ilusionante para la base. El reglamente es menos duro para lograr que sea más competitivo. Supone una oportunidad única por la posibilidad de competir bajo un carácter oficial al que no están acostumbrados", indica. Por primera vez, esta temporada, el campeonato introdujo novedades en el sistema de puntuación. "Con el objeto de ofrecer un extra de motivación a los niños, se introdujo la técnica de tirar a la cabeza para puntuar", comenta Meri. Y añade: "Cada año el nivel es más alto, la edad de inicio y el reglamento se asemeja más al propio del taekwondo adulto. Los entrenamientos cambian al tiempo que los patrones de combate también evolucionan". Unos cambios que se suman a la exigencia de poseer un cinturón amarillo-naranja, equivalente a dos años de práctica, para poder competir. Pero, el verdadero reto que la entrenadora Meri Suárez destaca, es el importante incremento de participantes en categoría alevín: "Teníamos más niños en edad alevín con lo cual era su primer año de competición. Por ejemplo, dos niños de nuestro club tuvieron cinco combates, una cifra elevada para la edad a la que se presentan".

Una dificultad que, sin duda, hace del hecho de conseguir una medalla un reto cada vez más exigente. Sin embargo, los pequeños taekwondistas no asemejan tener límites. "Entrenaron muy duro, aunque lo importante no es tanto la medalla, sino la participación y experiencia puesto que todavía son pequeños. La actitud es la base", concluye Meri Suárez.