El Fabril, pese al tempranero tanto recibido ayer frente a un adversario directo, mostró sus virtudes sobre el césped de Santa Mariña y se hizo con el control de la posesión del balón los que le peermitió acercarse con asiduidad hasta las inmediaciones del área local, aunque sin generar claras ocasiones de peligro. El Choco cambió su discurso habitual para adaptarse a la situación, optando por replegar filas y buscar el contragolpe para tratar de ampliar la ventaja y sentenciar el partido, que acabó con tres expulsados.