El Granada se dio ayer en San Mamés un respiro en la clasificación de Primera División, en la que de momento ha evitado caer a los puestos de descenso, y de paso ha frenado la ambición europea de un Athletic que incluso soñaba en el arranque de partido con la Liga de Campeones.

Se le complicó de inicio el choque al Athletic con la lesión de Sabin Merino en el primer minuto de partido, aunque fue su sustituto, Lekue, el que abrió el marcador. Lo hizo llegándose a una primera hora sin demasiado que comentar, apenas una llegada por bando. La del Athletic, en el minuto 2, en un golpe franco de Beñat que no pudo controlar San José entrando al área. La del Granada, un remate alto al borde del área de El Arabi tras una gran diagonal de Peñaranda por la izquierda.

Pero sacó del letargo al partido una peinada de Aduriz bien aprovechada por Lekue, que controló dos veces, la segunda con un sombrero a un defensa, antes de enganchar un fuerte disparo que le botó a Andrés Fernández antes de entrar entre los tres palos.

Se creció el Athletic y a punto estuvo de lograr el 2-0 en un disparo cruzado de Lekue ya dentro del área, a un centro desde la derecha, y en un disparo de Aduriz al larguero después de que una mano que pareció penalti claro de Babin a remate del propio Aduriz. Pero cuando sí pudo ya sentenciar el encuentro fue con un penalti, también claro, de Lombán a Aduriz que el ariete internacional, aunque engañó a Andrés y lanzó bien, estrelló en el poste derecho del meta visitante.

Un cabezazo alto de San José en una falta lanzada por Beñat abrió una segunda mitad más igualada y con pocas y parejas ocasiones por los dos lados. Dos disparos cruzados, uno en cada portería, de Lekue y Rober Ibáñez, no tuvieron incidencia en el marcador y precedieron al 1-1 marcado por Peñaranda.

El venezolano logró su quinto tanto del curso, y el primero desde la decimoctava jornada, el 3 de enero, finalizando en la izquierda, con un chut cruzado y ajustado al palo, una jugada que llegaba desde la derecha tras varios controles imprecisos de sus compañeros.

Williams y El Arabi tuvieron la victoria en sus botas, pero el marcador acabó con el 1-1.