Una temporada en la que Ricky Rubio no ha sufrido ninguna lesión de gravedad. La continuidad, sin embargo, no le ha permitido recuperar la efervescencia de aquel que era antes de romperse la rodilla. Los Timberwolves han vuelto a poner la cuenta a cero, redoblando su apuesta por la juventud, en una reconstrucción eterna que no acaba de culminar con la clasificación para los play offs -no los juegan desde 2004-, a los que ni siquiera se aproximan. En la reflexión sobre qué se necesita, Rubio ha empezado a estar cuestionado. Él mismo ha revelado que la franquicia estudió una oferta de intercambio con los Bucks que lo incluía. Curiosamente desde febrero sus estadísticas han mejorado, si bien sus bajos porcentajes de tiro siguen afeando sus cualidades.