El partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones propone hoy un enorme desafío para Atlético de Madrid y Barcelona en el Vicente Calderón, con ventaja azulgrana, con ánimos contrapuestos, con el pase a semifinales para el ganador y sin consuelo para el perdedor. Tras el 2-1 del encuentro de ida de hace una semana en el Camp Nou todo queda abierto para el vibrante choque, poniendo parte del foco en el prestigioso árbitro italiano Nicola Rizzoli, tras la polémica actuación del alemán Félix Brych en el primer duelo.

Y, entre esos factores indispensables que configuran el encuentro de vuelta, también surge el ánimo de la última semana, reforzado en los locales con su triunfo por 1-3 ante el Espanyol y su primer tiempo en el Camp Nou, superior hasta la expulsión de Fernando Torres, y debilitado en los visitantes por su segunda derrota seguida en la Liga, consumada en Anoeta (1-0). En medio de todo, una victoria frente al Atlético en la ida de los cuartos de final que marca el futuro (2-1).

El Atlético, por contra, irrumpe en el tramo final del curso con determinación. Sus dos victorias seguidas en la Liga, en la que recortó seis puntos al Barcelona en una semana y su explosión goleadora de las últimas semanas reafirman al equipo rojiblanco. Ahí, en ataque, lamenta la baja de Fernando Torres, expulsado en la ida, pero dispone del francés Antoine Griezmann, protagonista en nueve goles en sus últimos once duelos entre el Atlético y su selección; Koke Resurrección, participante en siete tantos en los últimos tres choques; y Yannick Carrasco. El resto de la alineación, parece definida, desde el portero Jan Oblak hasta el delantero Antoine Griezmann, pasando por los laterales Juanfran Torres y Filipe Luis, por el central Diego Godín y por el potente medio campo formado por Saúl Ñíguez, Augusto Fernández, Gabi Fernández y Koke Resurrección.

En la memoria del Atlético, un 9 de abril de 2014, cuando venció y eliminó en la misma ronda y competición a su rival de hoy con un 1-0 en el Calderón, tras el 1-1 de la ida. Pero con Luis Enrique la cosa cambió. Desde que el Barcelona es entrenado por el asturiano, los atléticos no ganaron nunca. En total, siete victorias del Barça. El entrenador no tendrá dudas en la alineación. Superados sus problemas físicos Gerard Piqué, el Barça pondrá en juego su equipo de gala con Ter Stegen en la portería. Intentará alargar el juego por las bandas con Dani Alves y Jordi Alba; y la consistencia que le ofrecen Piqué y Mascherano en el eje defensivo. Busquets será el mediocentro por delante de Rakitic y de Iniesta, mientras delante el Barça se encomendará a la tripleta de delanteros, esa que le ha dado el plus para aspirar a todos los títulos desde el inicio del curso.

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