El Levante sumó un triunfo vital para sus aspiraciones de seguir en la elite del fútbol nacional, tras remontar al Espanyol, en un partido en el que nunca perdió la fe y que se decidió en dos jugadas a balón parado, que tuvieron como gran protagonista al italiano Giusseppe Rossi.

Para el Levante ésta era la gran final que le podía permitir seguir soñando con la permanencia y los de Rubi saltaron al terreno de juego muy intensos, tratando de dominar el partido. Pero las buenas sensaciones de los primeros minutos sufrieron un serio contratiempo con el temprano gol del Espanyol, aunque el empate no tardó en llegar y después el gol definitivo.