Rafa Nadal se clasificó ayer para su décima final del Masters 1.000 de Montecarlo, tercero de la temporada, después de superar al escocés Andy Murray (2-6, 6-4, 6-2), y buscará esta tarde su noveno título en el Principado ante el francés Gaël Monfils, que se impuso a su compatriota Jo-Wilfried Tsonga (6-1, 6-3).

Nadal, que arrolló en cuartos de final al suizo Stanislas Wawrinka (6-1, 6-4), comenzó el duelo concentrado y defendió incluso una bola de break en contra en el segundo juego. Sin embargo, las dudas comenzaron a azotarle en el sexto juego, en el que en su segunda pelota de rotura el británico consiguió su primer quiebre del duelo, en su tercer intento. Lejos de desconectarse, Nadal inició la segunda manga con una rotura que rescató sus gritos de aliento. En el séptimo juego, en su segunda oportunidad, quebró el servicio del escocés para encarrilar el set

Sin embargo, todo quedó para el definitivo tercer parcial, que no pudo inaugurarse de mejor manera para Nadal. Con una rotura inicial, que no sufrió ningún intento de rotura y que en el quinto juego, con un nuevo break, se encaminó hacia la victoria. En el séptimo, el balear desaprovechó hasta cuatro bolas de partido, pero en la quinta, después incluso de dos posibilidades para Murray, se metió en la final.